23.- La caída del ángel


Fabio Duarte, el nuevo administrador de Lucio, no despegaba la vista de Damián quien se sentía incómodo ante la insistente mirada del atractivo joven...
Fabio Duarte, el nuevo administrador de Lucio, no despegaba la vista de Damián quien se sentía incómodo ante la insistente mirada del atractivo joven
L: Como Fabio no es de este pueblo, él también vivirá en esta Hacienda... ordené que le arreglaran una de las habitaciones...
D: bueno, pues bienvenido Fabio, espero te sientas cómodo y puedas llevarte bien con Tadeo...
F: ¿Tadeo? ¿quién es Tadeo?
L: Tadeo es el administrador de mi hermano, él también tiene uno...
D: además de ser mi administrador, Tadeo también es mi hijo...
F: entiendo y por supuesto que espero llevarme bien con él...
D: pues mucho gusto nuevamente Fabio y me retiro porque tengo algunos papeles que arreglar...
Cuando Damián salió de la sala con rumbo al despacho, Lucio y Fabio se miraron con complicidad y sonrieron maliciosamente...
Cuando Damián salió de la sala con rumbo al despacho, Lucio y Fabio se miraron con complicidad y sonrieron maliciosamente     
En la recámara de Tadeo, Juan observaba cenar al joven rubio...
J: ¿te gusto lo que te prepare?
T: todo lo que tú haces me encanta ya lo sabes...
J: ¿te gusto lo que te prepare?T: todo lo que tú haces me encanta ya lo sabes
Juan se sonrojó ante esas tiernas palabras...
T: de lo que ya estoy harto es de pasármela acostado...
J: el doctor te ordenó reposo de mínimo una semana o la herida podría volver a abrirse...
T: ya sé, pero es muy desesperante estar sin hacer nada... si no fuera porque tú estás conmigo todos los días ya hubiera muerto de aburrimiento...
Esta vez Juan no respondió nada...
T: ¿te pasa algo Juan? de pronto te quedaste callado...
J: no es nada, es solo que... bueno sí ocurre algo...
T: ¿qué?
J: mañana voy a viajar a San Pedro... trasladaron a Bruno allá y es necesario que yo vaya para declarar en su contra y pueda ser juzgado tanto por los crímenes que cometió en ese lugar como por los que cometió aquí...
T: ¿vas a viajar? entonces yo te acompañaré...
J: ¿qué dices? tú no puedes hacerlo...
T: no te dejaré solo Juan... tú necesitas que alguien te acompañe y además yo también tengo que declarar en su contra... después de todo fue a mí a quien hirió...
J: no voy a ir solo... don Damián irá conmigo... él declarara en tu lugar...
T: ¿mi papá irá contigo? ¿me estás diciendo la verdad?
J: claro que sí... yo no te mentiría en algo así...
T: eso me deja más tranquilo... porque no quiero que te enfrentes solo a ese miserable de Bruno...
J: la verdad es que yo tampoco quisiera hacerlo pero tengo que...
Tadeo tomó la mano de Juan y le dio un tierno beso: te aseguro que esta será la última vez que veas a ese mal nacido...
J: yo también así lo espero...
Tadeo vio el temor en los ojos de Juan y no pudo más que besarlo en los labios para demostrarle todo su amor... el joven castaño correspondió a la caricia de su amado sintiendo que por primera vez contaba con alguien de manera incondicional...
Entre tanto, Damián terminaba de firmar unos papeles en el despacho cuando alguien tocó la puerta... se trataba de Fabio, quien le sonrió coquetamente al rubio cuando entró...
D: ¿necesitas algo?
F: como dijo que iba arreglar unos papeles y ya se tardó, pensé que quizás necesitaba ayuda...
D: gracias, pero ya estoy terminando... además no tienes por qué ayudarme... tú eres administrador de mi hermano no mío...
F: lo sé, pero usted también es uno de los dueños de esta Hacienda y quiero que sepa que tiene todo mi respeto y también mi apoyo si es que lo requiere...
D: pues te lo agradezco y lo tomaré en cuenta Fabio...
F: bueno, pues si no necesitas nada me voy... ay disculpe, lo tutee sin querer... es que es tan joven que se me hace difícil tratarlo de usted...
Damián sonrió y dijo: no te preocupes, puedes tutearme...
Fabio también sonrió: gracias Damián y hasta mañana...
El joven se retiró contoneando muy coquetamente sus caderas... movimientos que no pasaron desapercibidos para Damián, pues los atributos traseros de Fabio saltaban a la vista...
Más tarde, Damián regresó a su habitación, donde su pequeño hijo y Gabriel dormían plácidamente... al sentir la presencia del rubio, Gabriel se despertó y este lo besó apasionadamente en los labios...
G: te tardaste mucho...
D: lo sé, tenía muchos papeles que revisar...
G: ahora tienes que dormir, mañana saldrás muy temprano para San Pedro... necesitas descansar...
D: lo que necesito ahora es a ti... a tu cuerpo...
El rubio comenzó a tocar las nalgas del castaño que ante el tacto de su marido empezó a calentarse...
G: ¿en verdad quieres hacerlo?
D: siempre quiero hacerlo contigo... desearía estar siempre dentro de ti...
Las ardientes palabras del rubio encendieron al castaño, que bajó todas sus defensas y dejó que su marido lo desnudara para hacerlo suyo nuevamente...
En cuanto Damián penetró a Gabriel, este comenzó a gemir lleno de placer...
su cuerpo se abría para recibir al macho sin ningún complejo
su cuerpo se abría para recibir al macho sin ningún complejo... la entrega de Gabriel ya era total... Damián se daba cuenta de esto y le hacía el amor lleno de satisfacción al saber completamente suyo a ese joven que lo enloquecía de lujuria...
Damián se daba cuenta de esto y le hacía el amor lleno de satisfacción al saber completamente suyo a ese joven que lo enloquecía de lujuria
Mientras Damián aceleraba sus estocadas al culo de Gabriel le dijo: tu cuerpo me tiene embrujado, me tienes loco por ti...
G: ah ah ah ah Damián... soy tuyo Damián... solo tuyo ah ah ah ah...

Damián estaba realmente loco y taladraba el culo de Gabriel con fuerza y ternura hasta que sin aguantar más vació todo su semen dentro del joven bañándole las entrañas...
Al sentir como la verga de Damián lo bañaba internamente con su simiente, Gabriel estaba seguro que pronto estaría embarazado nuevamente y se sentía feliz al imaginar llevar dentro a otro hijo de su amado
Al sentir como la verga de Damián lo bañaba internamente con su simiente, Gabriel estaba seguro que pronto estaría embarazado nuevamente y se sentía feliz al imaginar llevar dentro a otro hijo de su amado...
Al sentir como la verga de Damián lo bañaba internamente con su simiente, Gabriel estaba seguro que pronto estaría embarazado nuevamente y se sentía feliz al imaginar llevar dentro a otro hijo de su amado
Damián sacó su miembro del culo de Gabriel y se durmió abrazando posesivamente al castaño... deseaba que esa noche fuera eterna para no tenerse que separar del cuerpo de ese ángel que se convirtió en su droga...
La mañana llegó y Damián y Juan salieron muy temprano para San Pedro...ambos arribaron alrededor del mediodía y en el juzgado de dicho lugar tuvieron que esperar varias horas para poder rendir su declaración en contra de Bruno... el primero en hacerlo fue Juan, quien en más de una ocasión rompió en llanto al narrar todo lo que el excapataz le había hecho...
tocó el turno de Damián y con voz firme declaró en contra del malhechor
tocó el turno de Damián y con voz firme declaró en contra del malhechor... una vez que terminó, el rubio pidió ver a Bruno para hablar con él...
Momentos después, Bruno se sorprendió al ver entrar a Damián a su celda...
Momentos después, Bruno se sorprendió al ver entrar a Damián a su celda
B: supongo que viene a reclamarme por lo que le hice a su hijo...
El rubio no contestó y acercándose hasta el excapataz le asestó un fuerte golpe en el estómago provocando que este cayera al suelo...
D: eso es lo menos que te mereces bastardo... pero te aseguro que vas a pasar mucho tiempo tras las rejas...
Levantándose y con mirada retadora, Bruno respondió: no esté tan seguro... a veces las malas entrañas tenemos buena suerte...
D: pues la tuya se acabó... yo me encargaré de que así sea...
B: eso ya lo veremos...
Damián no dijo más y salió de la celda... Bruno no le dijo al rubio nada de las fechorías de su hermano, pues aún tenía la esperanza de que este lo ayudara a salir, lejos estaba de imaginar que Lucio lo había hundido y que no movería un dedo por sacarlo de ahí... Bruno enfrentaría el juicio solo y recibiría la condena que se merecía...
Entre tanto en la Hacienda Montenegro, Gabriel bajó a la cocina para preparar un biberón al pequeño Ángel, a quien sostenía en brazos
Entre tanto en la Hacienda Montenegro, Gabriel bajó a la cocina para preparar un biberón al pequeño Ángel, a quien sostenía en brazos... en ese momento apareció Fabio...
F: buenas tardes...
Sorprendido, Gabriel saludó a ese extraño para él: buenas tardes...
F: tú debes ser Gabriel ¿verdad?
G: así es, Gabriel Santos....
Fabio se acercó al más joven y dijo: mucho gusto, yo soy Fabio Duarte, el nuevo administrador de Lucio... me da gusto conocerte... he escuchado mucho de ti...
G: ¿de mí? ¿quién te ha hablado de mí?
F: pues Lucio y también Damián...
G: ¿conoces a Damián?
F: sí, lo conocí ayer...
Un silencio incómodo tuvo lugar, pero Fabio dijo: ¿ese bebé es tu hijo?G: sí es mío y de Damián     
Un silencio incómodo tuvo lugar, pero Fabio dijo: ¿ese bebé es tu hijo?
G: sí es mío y de Damián... se llama Ángel...
F: ¿puedo cargarlo un momento?
Con dudas, Gabriel respondió: s-sí, está bien...
Fabio cargó al pequeño Ángel, que de inmediato comenzó a llorar...
F: ya, ya... tranquilo bebé no te voy hacer nada malo... shhh shhh...
Gabriel miraba con desconfianza a Fabio, pues percibía algo en él que no le agradaba...
F: no cabe duda que es hijo de Damián... se parece mucho a él...
G: sí... yo también lo creo...
F: y supongo que debió ser difícil ¿verdad?
G: ¿qué cosa?
F: pues renunciar a todo lo que querías para ser la madre de este niño... porque sé que querías ser sacerdote... pero bueno es obvio que preferiste ser uno de los señores Montenegro a llevar una vida de religioso...
El comentario desagradó a Gabriel, que no supo disimular su molestia y de inmediato arrebató a su hijo de los brazos de ese extraño...
G: lo siento pero tengo cosas que hacer... me llevo al niño... hasta luego...
Fabio se dio cuenta de la molestia del castaño, pero disimuló con una sonrisa hipócrita: no hay problema y mucho gusto de nuevo Gabriel, estoy seguro que nos llevaremos muy bien...
Gabriel ya no respondió y con su hijo se fue a su recámara...
Era casi de noche cuando Damián y Juan venían en carretera de regreso a Tierra Caliente, sin embargo había varios carros varados sin entender por qué...
El rubio estacionó la camioneta y se bajó para preguntar qué pasaba... un hombre le informó que unos campesinos habían tomado la carretera impidiendo el paso, por lo que tenían que esperar hasta el día siguiente...
Damián le dijo a Juan lo que pasaba explicándole que no había de otra más que quedarse en una posada cercana para esperar a que el camino estuviera libre... el rubio se comunicó a la Hacienda y le dijo a Gabriel lo que pasaba...
G: sí... mi amor, entiendo... no te preocupes... sí todos estamos bien, también Tadeo... acabo de verlo... nos vemos mañana... yo también te amo...
Gabriel colgó el teléfono y se dirigió a la cuna del bebé: parece que hoy dormiremos solos, pero no te preocupes... mañana papá estará con nosotros...
Luego de dormir a su hijo, Gabriel salió de su habitación para ir por un poco de leche... se encontró con Lucio que servía dos copas de vino...
L: Gabriel qué bueno que te encuentro... precisamente iba a ir a buscarte para hablar contigo...
El castaño intentó evadir al pelinegro: tú y yo no tenemos nada de qué hablar...
L: te equivocas... tenemos algo de qué hablar... de nuestra relación...
G: ¿relación? pero si entre tú y yo no hay nada...
L: efectivamente... entre nosotros no hay nada, pero debería haberlo cuando eres pareja de mi hermano y tienes un hijo de él... sea como sea eso nos convierte en parientes ¿o no?
G: pues sí, pero...
L: escúchame Gabriel... yo ya no quiero nada más contigo... solo que nos llevemos bien... porque será lo mejor para todos... solo así viviremos en paz ¿no crees?
Gabriel desconfiaba de las palabras de Lucio...
L: yo sé que he hecho muchas cosas que te hacen desconfiar de mí, pero te aseguro que todo va cambiar... después de todo con tu indiferencia me has demostrado que no significo nada para ti... que a quien amas es a mi hermano y como hombre debo aceptar mi derrota, pero quisiera por lo menos llevarme bien contigo... ¿me darías esa oportunidad?
G: Lucio, yo no sé... creo que...
L: por favor Gabriel, créeme... dame el beneficio de la duda...
G: no sé...
L: por favor Gabriel... hazlo por mi hermano, que se sentiría mejor sabiendo que tú y yo nos llevamos bien...
Lleno de dudas, Gabriel respondió: está bien... vamos a intentar llevarnos bien...
Lucio sonrió feliz: gracias Gabriel y ahora hay que brindar por ello...
G: gracias, pero yo no bebo...
Lucio extendió su mano con una copa de vino: por favor, solo un trago... vamos bebe...
G: no Lucio gracias...
L: por favor... si no creeré que la oportunidad que me das no es de corazón...
A regañadientes, Gabriel tomó la copa y bebió de ella mientras Lucio lo observaba fijamente con una sonrisa cínica...
A la mañana siguiente, Gabriel despertó con un fuerte dolor de cabeza... estaba en su cama y cuando se incorporó la jaqueca se hizo más fuerte... vio en el buró una botella de vino vacía y dos copas vacías... el cuarto estaba desordenado, pero lo que más le sorprendió es que debajo de las sábanas su cuerpo estaba desnudo... en ese momento, alguien salió del baño y era Lucio recién bañado con una toalla envuelta en su cintura, dejando ver todo su velludo torso...
Los ojos de Gabriel se desorbitaron al contemplar la escena y de inmediato preguntó: ¿qué haces en mi cuarto?
L: ¿cómo qué? acabo de bañarme...
G: sí, pero por qué aquí...
L: pues porque aquí pasé toda la noche... ¿qué pasa? ¿ya no te acuerdas?
G: ¿acordarme de qué?
Lucio sonrió burlonamente: por favor, no te hagas el que no se acuerda... anoche estuviste muy apasionado...
G: ¿qué dices?
L: que anoche te me entregaste... fuiste mío Gabriel....
Envuelto en la sábana para cubrir su desnudez, el castaño se levantó furioso diciendo: estás mintiendo, eso no puede ser...
Envuelto en la sábana para cubrir su desnudez, el castaño se levantó furioso diciendo: estás mintiendo, eso no puede ser
L: por supuesto que lo es... no ves que pasé la noche contigo... se te pasaron las copas y pues me pediste que me quedara...
Gabriel se agarró la cabeza desesperado: no es cierto, yo no me acuerdo de nada...
L: es porque estabas ebrio... pero fuiste tú quien se me ofreció descaradamente y pues yo soy hombre y...
Gabriel se arrojó sobre Lucio para golpearlo, pero este le detuvo las manos: mientes, mientes... fuiste tú quien se aprovechó de mí... yo no te seduje... fuiste tú desgraciado...
L: si quieres pensar eso, hazlo... pero la verdad es que tú me sedujiste estando borracho... y yo te respondí como hombre... gemías en mis brazos mientras te penetraba... te entregaste de una manera única...
Llorando, Gabriel se soltó de Lucio: eres un desgraciado
Llorando, Gabriel se soltó de Lucio: eres un desgraciado... un desgraciado...
L: piensa lo que quieras, pero ahora ya fuiste mío también Gabriel...
G: lo que me dijiste ayer fue una farsa...
L: no, te lo dije en serio, pero anoche me demostraste que no te soy indiferente por como te comportaste en la cama...
Gabriel gritó: deja de mentir... yo no pude responderte en la cama porque solo amo a Damián... solo a él...
Lucio alzó la voz: eso lo dudo... anoche en mis brazos gemías y gritabas mi nombre, solo mi nombre...
G: cállate... cállateeeeee....
Gabriel bofeteó a Lucio y este sonriendo cínicamente dijo: como sea, lo que pasó pasó y no sé cómo verás a Damián, después de haberte entregado a mí...
G: lárgate... no quiero verte más... vete de mi cuarto... vete...
L: como quieras... solo quiero decirte que no voy a olvidar lo noche que pasamos... ahora entiendo por qué tienes loco a mi hermano...
Las palabras de Lucio se clavaron como un puñal en el corazón de Gabriel... Lucio salió del cuarto y tras cerrar la puerta, Gabriel se derrumbó a llorar amargamente... no podía recordar lo que había pasado la noche anterior, pero todo lo inculpaba... ¿realmente se había entregado a Lucio?... no podía creerse tan ruin de traicionar a Damián solo con unas copas de más... sin embargo si era así cómo vería a los ojos a su amado, sabiendo que su cuerpo también fue de otro...
Damián no se lo iba a perdonar y lo rechazaría en cuanto lo supiera
Damián no se lo iba a perdonar y lo rechazaría en cuanto lo supiera... ¿qué debía hacer?... 
Gabriel lloraba desconsoladamente sin saber que afuera de su habitación, Lucio sonreía lleno de placer al haber logrado lo que quería...
Gabriel lloraba desconsoladamente sin saber que afuera de su habitación, Lucio sonreía lleno de placer al haber logrado lo que quería

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