11.- ¿Bendición o castigo divino?


En un consultorio de la gran ciudad, un médico le daba a Gabriel Santos los resultados de sus análisis de sangre, resultados que para muchos podrían ser una bendición, pero para este joven eran un castigo divino.
Médico: Gabriel, estás embarazado...
Incrédulo, Gabriel preguntó: ¿qué está diciendo? ¿qué clase de broma es esta?
Médico: no estoy jugándote ninguna broma... te digo la verdad, estás esperando un hijo...
Gabriel se levantó de su asiento muy nervioso: pero eso no puede ser, yo soy hombre... no puedo quedar embarazado... no puedo estarlo...
Médico: Gabriel, hijo, tranquilízate...
G: ¿pero cómo me pide que me tranquilice cuando no entiendo lo que está pasando?
Médico: si me permites voy a explicarte... aunque generalmente son las mujeres quienes quedan embarazadas el cinco por ciento de la población masculina también puede quedar encinta... en la medicina a hombres como tú los llamamos "hombres fertilizables"... ustedes nacen con órganos sexuales masculinos pero tienen la capacidad de desarrollar un embarazo ectópico, es decir una gestación que se desarrolla fuera del útero, ya que ustedes no cuentan con uno...
Con los ojos llenos de lágrimas, Gabriel dijo: todo eso lo sé doctor, me lo enseñaron en la escuela, lo que yo no sabía es que yo era uno de esos hombres fertilizables...
Médico: entiendo, de haberlo sabido antes hubieras tomado tus precauciones... después de todo los "hombres fertilizables" tienen mayores posibilidades de embarazarse cuando se encuentran en edad reproductiva como la tuya...
G: Dios Mío, es que esto no me puede estar pasando... ¿qué le voy a decir a mi mamá?
Médico: bueno, tu madre debe saber que corrías el riesgo, eso es algo que lo médicos detectan fácilmente con chequeos que se le hacen a los recién nacidos...
G: pero mi madre nunca me dijo nada... no, no puede ser... yo no puedo tener este niño, no puedo tenerlo...
Médico: por favor, no digas eso, un hijo siempre es una bendición aunque ahora no lo veas así... además estoy seguro que aunque te resulte difícil de creer, a tu pareja le va dar mucho gusto saber que será papá...
Al escuchar eso, Gabriel dijo lleno de rabia: yo no tengo pareja y si lo que me dice es verdad... le aseguro que este niño no tendrá más padre que yo...
El joven arrebató los análisis de la mano del médico y muy molesto salió del consultorio... en cuanto estuvo fuera Gabriel se soltó a llorar sin entender por qué le pasaba esto a él... por qué Dios lo castigaba así al quedar embarazado de su violador, ahora tendría para siempre un recuerdo de los Montenegro.
**********
Entre tanto en Tierra Caliente, Tadeo explicaba a Damián cómo estaba la situación del rancho.
El rubio le había pedido a su nuevo empleado que hiciera un balance de todo para que él pudiera comenzar a hacerse cargo de su parte y dejar de depender de Lucio, pero aunque el chico era inteligente y su explicación era amena, parecía que su patrón tenía otra cosa en mente.
T: ¿me está escuchando don Damián?
D: ah, perdón, la verdad es que no lo estoy haciendo...
T: le decía que hay varias cosas que no me cuadran, creo que su hermano no le rinde bien las cuentas...
D: sí eso suponía y de hecho lo sabía, pero como antes me conformaba con lo que mi hermano me daba para viajar y hacer mi vida fuera de este pueblo no le daba importancia, pero ahora las cosas van a cambiar... ahora yo me haré cargo de administrar lo que me corresponde...
T: y por qué se decidió hacerlo si antes no le importaba... disculpe, usted no tiene por qué darme explicaciones...
D: no importa... lo hago porque la relación con mi hermano cada vez es peor y no quiero seguir dependiendo de él... incluso había pensado venderle mi parte de la Hacienda, pero él se arrepintió de comprarme... cree que me está castigando...
T: y ¿por qué quiere castigarlo?
D: no tiene caso que te explique... confórmate con saber que le gané una apuesta y eso no me lo perdona...
T: bueno y qué quiere que haga, me refiero a lo que le decía de las cuentas...
D: no te preocupes, yo mismo le pediré a Lucio que me dé un informe detallado de las cuentas de todo y en cuanto las tenga, tú serás el encargado de comprobar que todo sea tal cual diga el documento que me entregue...
T: está bien don Damián...
D: bueno, ahora voy a salir... tengo algo que hacer...
T: ¿quiere que lo acompañe?
D: no, quédate aquí...
**********
Gabriel regresó a su casa, donde Martha, su madre lo esperaba para comer... el chico entró sin decir nada y la mujer notó que el rostro de su hijo estaba bañado en lágrimas.
Preocupada, la mujer preguntó: ¿qué te pasa hijo? ¿qué te dijo el doctor? ¿acaso tus análisis revelaron algo malo? ¿estás enfermo?
Gabriel no respondió y Martha insistió: por favor, hijo dime ¿qué pasa? ¿qué tienes? dímelo...
El chico le entregó a su madre el sobre con sus análisis y dijo: léelo tú misma...
Rápidamente, Martha abrió el sobre y leyó los análisis de sangre de Gabriel.
G: ahora ya sabes lo que tengo... estoy embarazado...
M: pero ¿cómo puede ser posible?
G: según el médico porque soy un "hombre fertilizable"...
M: eso ya lo sé... los médicos me lo dijeron cuando naciste...
El semblante del chico cambió y con voz llena de rabia gritó: y ¿por qué nunca me lo dijiste? ¿por qué callaste algo tan importante?... yo tenía derecho a saberlo ¿no crees?
M: no te lo dije porque pensé que no sería necesario... desde niño te eduqué para que fueras sacerdote... no tenía caso que lo supieras cuando tú estabas dispuesto a mantener tu virtud para entregarla como ofrenda a Dios...
G: eso no te justifica mamá...
M: claro que sí... pero ahora veo que me equivoqué... me equivoqué al pensar que te había educado con los mejores principios y bastó que salieras del seminario y te fueras a ese pueblo para que te entregaras a quien sabe quién...
G: yo no me entregué a nadie mamá...
M: ¿ah no? y entonces ¿no me dirás que esto es obra del espíritu santo?
G: por supuesto que no... lo que pasó es que... es que...
M: ¿qué pasó? dime Gabriel...
Gabriel se soltó llorando: lo que pasó es que me violaron...
Los ojos de Martha se abrieron enormemente al escuchar la confesión de su hijo.
G: sí mamá, me violaron, un hombre abusó de mí antes de que regresara, yo no pude defenderme y ese tipo me violó y ahora... ahora estoy embarazado de ese violador... voy a tener un hijo que no quiero... no lo quiero...
Con los ojos llenos de lágrimas, Martha abrazó fuertemente a su hijo queriendo consolarlo aunque sabía que nada de lo que dijera podría reconfortarlo.
G: ¿qué voy hacer mamá?... ya no podré ser sacerdote... todo se terminó para mí, todo...
Gabriel lloraba desconsoladamente en los brazos de su madre, quien acariciaba su cabeza comprendiendo el dolor de su hijo.
**********
En la Iglesia de San Sebastián, el padre Abraham oraba cuando escuchó los pasos de alguien entrar al templo, era Damián Montenegro.
Padre Abraham: ¿tú? ¿qué haces aquí?
D: ¿tanto le extraña verme aquí?
Padre Abraham: por supuesto, hace años que no te paras por esta Iglesia... es una lástima que tú y tu hermano no hayan seguido el ejemplo de tu madre, ella era una mujer llena de fe...
D: no es de mi madre que vengo hablarle... necesito preguntarle algo...
Padre Abraham: ¿qué cosa?
D: quiero que me diga si usted sabe dónde puedo localizar a Gabriel...
Padre Abraham: ¿localizarlo?
D: sí, quiero saber si él le dejó alguna dirección o le dijo dónde vivía...
Padre Abraham: pues... no, él sólo me dijo que venía de la ciudad y pues tú sabes que la ciudad es muy grande...
D: ¿está seguro? dudo mucho que él no le haya dicho nada más...
Padre Abraham: yo no tengo por qué mentirte...
D: no sería la primera vez que me miente... la última vez me dijo que Gabriel ya se había ido del pueblo cuando en realidad estaba en la estación esperando un camión...
Padre Abraham: pues si no quieres creerme no lo hagas, pero te repito, yo no sé dónde vive Gabriel en la gran ciudad...
D: está bien... no voy a obligarlo a decirme algo que no quiere o no sabe...
El fuerte rubio se dirigió a la salida del templo cuando el viejo sacerdote dijo: y se puede saber ¿para qué quieres saber dónde vive Gabriel?
Damián sonrió y contestó: digamos que me gustaría visitarlo...
El hombre salió de la Iglesia mientras que el padre Abraham pensaba que había hecho lo correcto al no revelarle la dirección de Gabriel, después de todo el mismo sacristán se la había dado antes de irse... el viejo cura se acercó al altar para orar por el bienestar de Gabriel.
**********
En la Hacienda Montenegro, Bruno entraba al despacho de Lucio.


L: ¿investigaste lo que te pedí?... ¿qué sabes de ese tal Tadeo?


¿qué sabes de ese tal Tadeo?

B: pues verá patrón... el tal Tadeo viene de un pueblo vecino, aunque no siempre vivió ahí... estuvo un tiempo en la ciudad donde estudió hasta la preparatoria, después estuvo con su abuelo, quien al parecer era su único pariente y murió hace unos meses... eso es todo lo que averigüé...
L: ¿qué? pero y ¿qué hay de su madre? ¿se supone que es hijo de Ruth?
B: ah sí... efectivamente su madre se llamaba Ruth, pero se murió cuando él aún era un chamaco...
L: ¿estás seguro de eso?
B: claro que sí patrón... 
L: ¿y su padre? ¿quién era su padre?
B: ah pos eso no lo pude investigar patrón...
L: está bien... sigue investigando y cuando sepas algo más infórmame...
B: como ordene patrón... oiga y puedo preguntarle algo... ¿quién es esa tal Ruth?
Lucio vio amenazadoramente al capataz y dijo: no te metas en asuntos que no te importan...
B: disculpe patrón, sólo era una pregunta...
L: una cosa más, mántenlo vigilado... no confió en él y no me gusta que esté en mi Hacienda...
B: no se preocupe patrón... a mí tampoco me gusta ese tal Tadeo...
**********
Mientras tanto en la cocina, Juan terminaba de preparar una jarra de limonada, en ese momento entró Tadeo, quien ya había visto al joven sirviente, pero no había tenido la oportunidad de conversar con él.
T: hola, me regalas un vaso de agua, tengo mucha sed...
Tímidamente Juan respondió: si gusta acabo de preparar limonada...
T: eso está mucho mejor... no sabía que en Tierra Caliente hiciera tanto calor... no sé cómo lo soportan...
Juan no respondió, sólo sirvió el vaso de limonada.
Tadeo agarró el vaso viendo a los ojos del muchacho y luego de beber un trago dijo: está deliciosa, gracias Juan ¿así te llamas verdad?
J: sí, así me llamo...
T: pues mucho gusto Juan, yo soy Tadeo... aunque ya te había visto no nos habían presentado...
El rubio extendió su mano y tímidamente Juan estrechó la mano del joven.
T: y ¿cuántos años tienes Juan?
J: 19...
T: eres casi de mi edad, yo tengo 20... creo que nos llevaremos bien...
Juan no contestó y se alejó del muchacho, cosa que no fue inadvertida para Tadeo que dijo: ¿pasa algo?
J: no, nada, es sólo que debo continuar con mi trabajo...
T: sí claro, no te interrumpo más... pero espero que cuando tengas tiempo podamos platicar más... quizás podamos ser amigos...
Tadeo puso su brazo sobre el hombro de Juan... en ese preciso momento, Bruno entró y vio la escena.
Con voz molesta, el capataz preguntó: ¿qué está pasando aquí?
Juan se sobresaltó y de inmediato se alejó de Tadeo que contestó con voz firme: qué está pasando ¿de qué?
B: pues Juan debería de estar trabajando y me lo encuentro romanceando en la cocina...
Tadeo sonrió ante la insinuación de Bruno y respondió: tenía sed y vine a tomar algo, pero ya me voy para que Juan pueda continuar trabajado...
Dirigiéndose al sirviente, Tadeo dijo: gracias por la limonada Juan, estuvo deliciosa...
Tadeo salió de la cocina y en cuanto lo hizo, Bruno se abalanzó sobre Juan arrinconándolo contra el refrigerador.


El chico muy asustado preguntó: ¿qué pasa señor Bruno? ¿qué hice?


Con mirada furiosa, Bruno dijo: no te hagas pendejo y no me quieras ver la cara a mí, porque no lo soyJ: pero es que yo no hice nadaB: escúchame bien

Con mirada furiosa, Bruno dijo: no te hagas pendejo y no me quieras ver la cara a mí, porque no lo soy...
J: pero es que yo no hice nada...
B: escúchame bien... no quiero que vuelvas hablar con ese tipo... si lo haces te va pesar...
J: pero por qué... yo no veo nada de malo...
B: ese tipo te come con los ojos... y tú Juan, escucha bien, tú eres mío y sólo me sirves a mí... no pienso compartirte con nadie, ¿entiendes?
El capataz masajeó bruscamente las nalgas de Juan y añadió: además ese tipo no va durar mucho aquí así que no te conviene estar con él...
Bruno lamió el rostro del pobre muchacho y lo liberó de sus brazos, para después salir de la cocina... Juan respiró tranquilo aunque temeroso de lo que pudiera pasar.
**********
Cayó la noche y en el burdel de Tierra Caliente, dos cuerpos estaban entrelazados danzando apasionadamente... uno era el prostituto más popular de ese lugar, el otro era Damián Montenegro que se desfogaba con ese chapero.

El rubio sólo saciaba sus instintos carnales, pues el cuerpo en el que se adentraba no le despertaba nada más que deseo.

Prostituto: ah ah ah ah ah... dame más fuerte, más...

Damián aceleró sus embestidas golpeando fuertemente el trasero del joven que sentía iba ser partido en dos por la fuerza con que el rubio lo penetraba.



Prostituto: eres todo un macho Damián Montengro, eres el mejor en la cama, el mejor...

El prostituto no aguantó más y eyaculó mientras que el barbado hombre siguió dándole varias estocadas más hasta que él también iba a correrse... de inmediato sacó su verga para correrse en el cuerpo del chapero que recibió gustoso la descarga de semen en su pecho y cara.

Damián resoplaba fuertemente y cuando se calmó se acostó al lado del prostituto que buscó los fuertes brazos del hombre, pero este lo rechazó.


A pesar de eso, el chapero dijo: veo que lo que se decía de ti era cierto, eres el mejor amante que he tenido...
Damián sonrió: ja... veo que además de vender tu cuerpo también te gusta recibir propinas extras adulando a tus clientes...
Prostituto: no te estoy adulando, te digo la verdad y eso que por mí han pasado muchos otros hombres igual de machos que tú, entre ellos tu hermano...
Damián ignoró el comentario del chapero, pero este añadió: lo que me extraña es que hasta donde sabía, tú sólo te acostabas con hembras de este burdel, debo sentirme privilegiado por ser el primer puto que eliges, ¿a qué se debe ese cambio?
El rubio encendió un cigarro y contestó: digamos que hace poco descubrí el placer de coger un buen culo...
El prostituto sonrió: pues debió ser un muy buen culo si te animaste a repetir... y ya sabes aquí me tienes cada que se te ofrezca... puedo cumplirte cualquier fantasía que quieras, a tu hermano le cumplí varias hasta que la última vez casi me mata...
D: ¿qué dices? ¿por qué hizo Lucio eso?
Prostituto: pues eso no lo sé, pero las últimas veces que tu hermano me contrató le gustaba que yo me hiciera llamar "Gabriel"... ese día hice lo mismo y estuvo a punto de asfixiarme...
Damián se sorprendió al escuchar esas palabras y cuando estaba por levantarse de la cama, el chapero lo detuvo: ¿cómo? ¿ya te vas? si quieres podemos hacerlo otra vez... ya te dije que puedo cumplirte cualquier fantasía...
El rubio pensó en la proposición del prostituto y dijo: está bien... hagámoslo otra vez, pero ahora quiero que te llames "Gabriel"...
Sorprendido, el prostituto dijo: ja... está bien... me pregunto quién será ese Gabriel que enloquece a los dos hermanos Montenegro...
D: eso no te importa, sólo haz lo que te digo...

Y Damián se echó sobre el chapero que gustoso le abrió las piernas para volver a follar.

**********

En el cuarto de su casa, Gabriel lloraba en silencio, aún no lograba asimilar lo que le pasaba... él que hace unos meses estaba convencido de ser un sacerdote, ahora veía su sueño truncado al estar embarazado, al llevar dentro de él una vida concebida mediante un acto salvaje y cruel.

En el cuarto de su casa, Gabriel lloraba en silencio, aún no lograba asimilar lo que le pasaba, él que hace unos meses estaba convencido de ser un sacerdote, ahora veía su sueño truncado al estar embarazado, al llevar dentro de él una vida concebi...


En ese momento entró a la habitación su madre, que llevaba una bandeja con comida.
M: te traje algo para que comas antes de dormir, ya que la cena ni siquiera la tocaste...
G: no quiero comer nada mamá...
M: tienes que hacerlo hijo, ahora más que nunca... recuerda que ahora tienes que comer por dos...
G: no me digas eso por favor mamá, no lo repitas...
M: y ¿por qué no? evadiendo la situación no vas a resolver nada...
G: es que no sé qué hacer... me siento tan confundido...
M: hijo, ahora ves todas las cosas oscuras, pero tú verás que saldrás adelante de esta situación...
G: es que yo no quiero tener a este niño... quisiera...
M: no lo digas... ni siquiera lo pienses Gabriel... ese niño va ser tu hijo y debes de quererlo...
Llorando, Gabriel dijo: pero es que no te das cuenta que si tengo a este niño, siempre voy a recordar al hombre que abusó de mí...
M: ese niño no tiene la culpa de nada, además Dios así lo quiso y debemos aceptar su voluntad...
G: no, me niego a creer que Dios quiso que yo me embarazara de mi violador, ¿para qué me hace esto? ¿para qué?
Martha habló con voz firme: no hables así, nosotros no somos nadie para juzgar los designios de Dios y tú que estuviste en el seminario deberías saberlo...
G: es que con este niño ya nunca podré ser sacerdote...
M: pues eso no lo sabemos... nadie sabe lo que puede pasar en el futuro y si Dios quiere que le sirvas como sacerdote así será y si no debes aceptar su voluntad humildemente...
Gabriel continuó llorando en silencio mientras Martha se acercó y le dio un beso en la cabeza a su hijo: tranquilo, Dios nunca abandona a sus siervos y al final de todo esto tendrás tu recompensa... confía en eso...
Martha salió de la habitación y Gabriel se quedó solo sin encontrar consuelo a su sufrimiento.
**********
Era casi de madrugada, cuando Damián salió del burdel satisfecho sexualmente, pero sentía que algo le faltaba, esta vez el sexo no le había sabido igual y no entendía el porqué. 
En su camioneta llegó hasta el río del pueblo como si este lo estuviera llamando... se bajó del auto y se paró a la orilla del afluente... en ese momento un solo recuerdo llegó a su mente... la noche en que encontró a Gabriel bañándose... recordó cuando se burló de él... cuando el sacristán lo desafío... cuando se desnudó y se metió al río... cuando salpicó de agua al rostro del chico. 
El rubio sonrió al evocar esos momentos, pero su semblante cambió al recordar que Gabriel ya no estaba en Tierra Caliente.... apretó sus puños fuertemente y se dio la vuelta para subirse a su camioneta y alejarse del río a toda velocidad.
Damián no quería aceptarlo, pero extrañaba al sacristán, era una sensación que jamás había sentido y que se negaba a querer sentir.
**********
Al día siguiente, Tadeo se encontraba dentro de la habitación que se le asignó para vivir en la Hacienda Montenegro cuando Bruno llegó para avisarle que Lucio lo esperaba en su despacho para hablar con él.
El joven se sorprendió pues el mayor de los hermanos Montenegro no le había hablado para nada desde que empezó a trabajar... ¿qué querría? se preguntó.


Momentos más tarde, Tadeo entró al despacho de Lucio que lo recibió con una mirada fría y calculadoraL: buenos días Tadeo, adelante, toma asientoCon cautela, Tadeo se acercó y se sentó: gracias señor, dígame en qué puedo servirleL: quería hablar c...

Momentos más tarde, Tadeo entró al despacho de Lucio, que lo recibió con una mirada fría y calculadora.
L: buenos días Tadeo, adelante, toma asiento...
Con cautela, Tadeo se acercó y se sentó: gracias señor, dígame en qué puedo servirle...
L: quería hablar contigo porque quiero conocerte más, después de todo trabajas en mi Hacienda...
T: bueno, así es señor, pero se podría decir que mi trabajo es para el señor Damián aunque a usted también lo reconozco como dueño de la mitad de todo esto...
L: sí, mi hermano también es dueño de esto, pero a él no le agrada el trabajo de la Hacienda, en realidad nunca le ha agradado, si está aquí es porque yo no quise comprarle su parte... lo que quiero decirte es que mi hermano es un ave de paso, al final quien se quedará con todo seré yo, así que si quieres mantenerte en este lugar será mejor que me seas fiel a mí ¿entiendes?
T: sí, le entiendo perfectamente, pero el señor Damián me ha dado su confianza y eso es algo que yo valoro mucho...
Lucio se puso de pie y se colocó detrás del joven que continuaba sentado: me parece bien que seas fiel, pero también debes ser inteligente, tan inteligente como lo era tu madre Ruth...
Tadeo sintió recorrer un escalofrío por su cuerpo al escuchar el nombre de su madre en labios de Lucio y preguntó: ¿usted conocía bien a mi madre?
L: por supuesto... después de todo ella trabajaba en esta Hacienda y siempre demostró ser una mujer inteligente... aunque no entendí bien por qué se fue... creo que esa no fue una buena decisión o ¿tú que crees?
T: desconozco las razones que mi madre tuvo para dejar su trabajo, después de todo eso ocurrió cuando yo no nacía...
L: ¿cuántos años tienes Tadeo?
T: 20...
L: que curioso, los mismos años que tiene tu madre de haberse ido de esta hacienda... seguramente Ruth conoció a tu padre inmediatamente después de irse de aquí...
T: eso no lo sé bien, porque desafortunadamente mi padre falleció antes de que yo naciera...
L: qué lástima, pero creo que ya nos desviamos demasiado del tema...
T: la verdad don Lucio, es que no entiendo a dónde quiere llegar...
L: lo que quiero es que me ayudes para lograr a que mi hermano se vaya definitivamente de esta hacienda y que se vaya sin un solo centavo... ¿qué dices? ¿puedo contar con tu apoyo?
Tadeo dudó en responder y poniéndose de pie dijo: don Lucio yo...
Lucio se puso frente a Tadeo y lo interrumpió diciendo: no tienes que contestarme ahora, te doy unos días para pensar de qué lado te conviene estar... como te dije estoy seguro que eres un muchacho inteligente... no sé por qué pero me recuerdas a mí cuando tenía tu edad...
Tadeo vio a los ojos de Lucio y le contestó: está bien, lo pensaré...
**********
Los días continuaron pasando y se convirtieron en meses sin que nada cambiara en Tierra Caliente.
A la oficina de correos del pueblo llegó el padre Abraham, quien llevó a depositar una carta dirigida para Gabriel, desde que su sacristán se había marchado no había tenido noticias de él, por lo que decidió escribirle por primera vez para saber si estaba bien.
En cuanto el viejo sacerdote se fue, el encargado de esa oficina hizo una llamada... una hora más tarde llegó a esa oficina Damián Montenegro.
Encargado: buenas, don Damián...
D: vine en cuanto pude... ¿tienes lo que te pedí?
Encargado: así es, hace meses usted me pidió que lo llamara si el cura venía a dejar alguna carta para alguien, pero el viejo nunca lo hace hasta hoy que trajo esta carta con destino a la ciudad y dirigida a Gabriel Santos, creo que era el sacristán...
D: así es... en esa carta está la dirección de Gabriel ¿verdad?
Encargado: por supuesto don Damián...
El rubio sacó un fajo de billetes y lo puso en el escritorio del encargado: bien, entrégame esa carta y este dinero es todo tuyo...
Sonriendo, el encargado le entregó la carta a Damián, quien la guardó de inmediato en su pantalón y se marchó de ese lugar.
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Días después en la ciudad, Gabriel ya tenía casi 8 meses de embarazo.
El joven lucía un estómago redondo y lleno de gracia, se mantenía en su mismo peso, pues había padecido muchos malestares de nauseas, pese a ello, su estado le hacía verse más hermoso, pues tenía ese brillo que tienen las personas que pueden dar a luz a una nueva vida.
Gabriel se veía en el espejo y se tocaba su estómago... aunque aún sentía la frustración de llevar dentro de él la huella de lo que le había pasado, ya estaba resignado y pensaba que al nacer esa criatura sería su nueva razón de vivir y quizás lo llegaría a querer tanto como una madre quiere a un hijo deseado.
Gabriel salió de su cuarto y fue a la sala de su casa, donde su madre se disponía a salir.
M: te ves hermoso mi amor, el embarazo te hace lucir más guapo...
G: no digas mentiras mamá... cómo puedo verme bien si estoy gordo...
M: nada de eso, ni siquiera subiste un kilo y eso es porque no te alimentas bien...
G: no empieces... ya te dije que casi no me da hambre...
M: pues quiero que te alimentes mejor para que ese niño sea sano y fuerte...
Gabriel no respondió.
M: bueno ya me voy... tengo que ir hacer algunas compras así que regreso más tarde... cualquier cosa llámame al celular ¿está bien?
G: sí mamá...
La madre de Gabriel salió y el chico se puso a leer una revista enfocada a los padres e hijos... al ver a un bebé en la publicación se enterneció y sobó su estómago pensando que su hijo quizás se parecería al de la foto.
En ese momento tocaron a la puerta y Gabriel pensó que su madre se había olvidado de algo por lo que fue a abrir.
G: siempre tiene que olvidar sus llaves...
Al abrir la puerta de su casa, Gabriel abrió sus ojos desmesuradamente al encontrarse frente a frente con Damián Montenegro, que también se sorprendió al verlo.
El chico intentó cerrar la puerta, pero el rubio metió su pie impidiendo que se cerrara... nuevamente, Damián demostró su superioridad en fuerza y empujó la puerta logrando entrar.
Gabriel casi se cae por el impulso y aterrado preguntó: ¿qué haces tú aquí? ¿cómo me encontraste?
Damián no respondió, se acercó al joven arrinconándolo contra la pared y dijo: eso ahora no importa... lo que importa es que estás embarazado.
Continuará...

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