24.- Amor entre llamas


En la Hacienda Montenegro, Lucio bajaba las escaleras con una sonrisa llena de satisfacción... Fabio lo vio y se acercó a él seductoramente...
Fabio lo vio y se acercó a él seductoramente
F: mmmm... veo que amaneciste de muy buen humor, ¿puedo saber la razón?
L: eso es porque las cosas están saliendo tal como quiero...
F: ¿a qué te refieres?
L: a que pasé toda la noche con Gabriel en su cuarto...
F: ¿en serio? ja... así que no es tan santo como parece... el marido se ausenta un día y él se mete con el cuñado... vaya vaya...
L: jajajajajajajajajajaja... exactamente... eso es lo que todos deben creer...
F: no te entiendo...
L: que la realidad es que entre Gabriel y yo no ha pasado nada...
F: ¿cómo?... pero dices que pasaste la noche en su cuarto...
L: así es, pero eso fue porque lo drogué provocando que se quedara dormido... después lo llevé a su cama, lo desnudé y le hice creer que se había entregado a mí...
F: y realmente ¿tú no le hiciste nada?
L: ya te dije que no...
F: pero no lo entiendo... se supone que quieres a ese chico para ti... entonces por qué no aprovechaste si era tu oportunidad... lo tenías a tu merced...
L: lo sé... pero mi obsesión por Gabriel va más allá... no quiero hacerlo mío mientras está dormido y sin sentirme... quiero que sus ojos me vean mientras entró en él... quiero que gima mi nombre mientras lo poseo... necesito escucharlo gritar pidiéndome más... así como grita con mi hermano....
F: algo tienes de razón en todo lo que dices y es que estás obsesionado con ese chico y las obsesiones nunca llevan a nada bueno...
Lucio vio fijamente a Fabio y le dijo: tú no estás aquí para psicoanalizarme... recuerda para qué te traje aquí...
F: sí lo recuerdo... pero tampoco es tan fácil... sin embargo después de lo que has hecho me dejas el camino más sencillo...
L: pues apúrate... que ya deseo que mi plan rinda frutos... ah y una cosa más de lo que te dije nada a nadie... Gabriel debe creer que fue mío ¿entendiste?
F: por supuesto... de mí nunca sabrá que en realidad pasó la noche durmiendo y tú contemplando su angelical belleza jajajajajajaja
Fabio se alejó riendo mientras Lucio se molestó por su comentario irónico, pero no hizo nada sabía que necesitaba de ese chico para cumplir con su perverso propósito...
En su habitación, Gabriel no podía estar tranquilo... de pronto alguien tocó la puerta de su cuarto y su corazón se sobresaltó... en ese momento entró Tadeo...
G: ¿Tadeo? pero qué haces de pie cuando el doctor te ordenó reposo absoluto...
T: ahh ya estoy harto de estar acostado... además ya estoy desesperado... ¿por qué Juan y mi papá aún no regresan?
G: seguramente ya están por hacerlo...
T: ya quiero saber cómo les fue con ese maldito de Bruno... solo espero que Juan no haya tenido que padecer más de lo que ya ha sufrido...
G: lo quieres mucho ¿verdad?
Tadeo respondió firmemente: no lo quiero, lo amo... no sabes cuánto deseo que todo esto termine para que yo pueda pedirle que...
G: ¿pedirle qué? continúa...
T: ja... ya te enterarás en su momento... por cierto ¿te pasa algo?
G: no, nada... ¿por qué lo preguntas?
T: pues no sé... te noto distinto y tus ojos están rojos... ¿has estado llorando?
G: claro que no... seguramente me quiere dar un resfriado porque he estado estornudando... eso debe ser...
T: sí seguramente... bueno te dejo porque tengo que tomar una pastilla... ya estoy harto de tanta medicina...
Gabriel sonrió intentando disimular su preocupación frente a Tadeo...
El joven rubio se dirigía a su habitación cuando se topó con Fabio... ninguno de los dos se habían visto antes...
Fabio fue el primero en hablar: buenos días Tadeo....
Fabio fue el primero en hablar: buenos días Tadeo
T: disculpa ¿te conozco?
Coquetamente, Fabio dijo: bueno aún no nos han presentado pero yo ya he oído hablar de ti... eres Tadeo, el hijo mayor de Damián Montenegro...
T: y tú quién eres...
F: me llamo Fabio Duarte... mucho gusto, soy el nuevo administrador de Lucio, tu tío...
Tadeo contestó secamente: Lucio no es mi tío ni nada que se le parezca...
Fabio notó la molestia del chico: disculpa no quería molestarte... la verdad es que solo quiero que seamos amigos, después de todo tú también eres un administrador de esta hacienda y por eso debemos llevarnos bien...
El coqueto chico puso su mano sobre el hombro de Tadeo, quien mirándolo a los ojos contestó: sí así debe ser... ahora si me permites tengo que descansar...
F: claro... ¿quieres que te ayude a entrar a tu cuarto?
T. no es necesario, gracias...
F: de cualquier forma estoy a tus órdenes para cualquier cosa que se te ofrezca...
Fabio sonrió coquetamente y Tadeo no tuvo más remedio que sonreírle, aunque en su interior sentía que algo en ese joven le inquietaba y no sabía por qué...
Entre tanto, alguien tocó la puerta del cuarto de Gabriel y este pensó que a Tadeo se le había olvidado algo...
G: adelante Tadeo... ¿qué se te olvidó?
L: no soy Tadeo... soy Lucio...
Gabriel se sobresaltó al ver al pelinegro con una sonrisa cínica en sus labios...
G: ¿qué haces aquí?... ya te dije que no quiero verte...
Lucio se acercó como un lobo a su presa: entiende que tú ya no puedes pedirme eso después de lo que pasó...
G: por favor Lucio no insistas en eso... si pasó algo entre nosotros fue un error... yo amo a Damián entiéndelo por favor...
Nuevamente, los ojos de Gabriel se llenaron de lágrimas y no le importó mostrar su vulnerabilidad frente a Lucio, pues se sentía desesperado...
L: es la primera vez que te veo llorando sin gritarme...
G: es que estoy agobiado... no recuerdo nada de lo que pasó y me siento muy mal por haber traicionado al hombre que más amo...
L: no digas eso... no lo repitas... tú no amas a Damián... si lo hicieras no te habrías entregado a mí...
G: no lo repitas, por favor Lucio, déjame en paz... ya no me hagas más daño...
Lucio no pudo evitar sentir algo en su pecho al ver a Gabriel llorando desesperadamente... el ojiverde se preguntó qué era ese sentimiento... ¿acaso sentía por Gabriel algo más que una obsesión?
¿acaso sentía por Gabriel algo más que una obsesión?
L: como quieras... no voy a seguirte molestando por el momento, pero eso no borrará lo que pasó entre nosotros y estoy seguro que no te permitirá estar tranquilo...
G: eso ya lo sé... y no sé qué voy hacer... no lo sé...
L: jummmm... de todas formas no te atormentes tanto... mi hermano tampoco es una blanca paloma y te aseguro que un día te mostrará quien realmente es...
G: Damián es un hombre bueno...
L: que iluso eres... será el tiempo quien te demostrará que yo tengo la razón...
Lucio salió de la habitación y Gabriel corrió a abrazar al pequeño Ángel...
G: por favor mi amor... lléname con tu pureza y aleja de mí todo este mal... si no te tuviera a ti no sé qué haría... no lo sé...
Horas después, Damián y Juan regresaron a la Hacienda... el barbado rubio corrió al cuarto de Gabriel para encontrarse con él, quien lo recibió con un fuerte abrazo...
G: gracias a Dios que ya regresaste... tardaron demasiado... pensé que les había pasado algo...
D: es que había lluvia y neblina en algunas partes del camino, por eso preferí manejar despacio, pero ya estamos aquí mi amor...
G: y ¿cómo les fue?
D: pues... bien, Juan se mostró muy valiente al declarar todo lo que Bruno le hizo y yo también hice mi parte... así que estoy seguro que a ese perro le darán el castigo que se merece...
G: ojalá que así sea...
Damián se acercó por detrás de Gabriel y lo abrazó por la cintura mordiéndole su oreja: no sabes cuánto te extrañe...
El castaño notó las intenciones del barbado, por lo que al recordar lo que supuestamente había pasado con Lucio sintió miedo de que Damián se diera cuenta de algo, por lo que de inmediato se alejó de él...
La acción de Gabriel no pasó inadvertida para Damián que de inmediato preguntó: ¿qué te pasa?
G: na-nada... es solo que voy a salir...
D: ¿salir? ¿a dónde?
G: vo- voy a la Iglesia a confesarme con el padre Abraham...
D: ¿qué? justo ahora... por favor Gabriel... acabo de regresar y yo tengo muchas ganas de estar contigo...
El rubio tomó nuevamente por la cintura al más joven, pero este nuevamente lo rechazó...
G: lo siento Damián, pero el padre ya me está esperando y no puedo quedarle mal...
D: pero ¿y el niño?
G: pues cuídalo tú o dile a Juan... yo ya tengo que irme... nos vemos al rato...
Gabriel no esperó más y salió de la habitación... deseaba correr y alejarse de ese lugar para que Damián no lo viera llorar y descubriera lo que realmente pasaba...
En el cuarto de Tadeo, Juan le platicaba lo que había pasado...
T: afortunadamente todo salió bien y ya no tendremos que seguirnos preocupando por ese desgraciado...
J: sí... te juro que no sé de dónde saque fuerzas para no tener miedo al declarar en su contra a pesar de tenerlo frente a mí...
T: fuiste muy valiente mi amor...
Tadeo besó tiernamente la mano de Juan...
J: sí... ya sé de dónde saqué la fuerza... la saqué de tu amor... tú me haces ser más fuerte...
El joven rubio sonrió y dijo: así será de hoy en adelante... ya no tienes nada de qué temer porque yo siempre estaré contigo...
J: te quiero Tadeo...
T: y yo te amo mi Juan...
Ambos chicos se besaron en los labios olvidándose del mundo por un instante... en ese momento solo existían el uno para el otro...
En la Iglesia de San Sebastián, Gabriel se confesaba con el padre Abraham, quien incrédulo escuchaba todo lo que le contaban...
G: le juro padre que yo no recuerdo nada... no sé lo que me pasó...
A: tranquilo hijo... de nada sirve que llores...
G: es que no sé qué hacer...
A: tienes que hablar con Damián y decirle la verdad...
G: pero ¿cómo se lo voy a decir?
A: pues hablando con la verdad... recuerda la palabra de Dios que dice que "la verdad los hará libres"... en este caso eso es lo mejor... dile lo que realmente pasó...
G: es que él es muy celoso y estoy seguro que no me lo perdonará... creerá que yo provoqué todo...
A: si eso cree entonces no te merece... por el contrario debe saber que su hermano se aprovechó de ti... de tu vulnerabilidad...
G: pero es que si le digo eso... Damián es capaz de matar a Lucio... y yo no podría vivir sabiendo que Damián mató a su propio hermano por mi culpa...
A: hijo... no creo que Damián llegue a tanto...
G: usted no conoce a los hermanos Montenegro como yo... entre ellos siempre ha habido una rivalidad y si Damián sabe que Lucio se aprovechó de mí lo va matar... estoy seguro de eso...
A: pero es que si tú no le cuentas la verdad, él podría enterarse por otro lado y entonces sería peor...
G: ya lo sé padre y por eso estoy desesperado...
A: vamos hijo... tranquilízate, recuerda que por sobre todas las cosas, Dios siempre protege a quienes creen en él...
G: ay padre... estoy empezando a creer que este es un castigo por haber abandonado mi vocación de sacerdote para ser pareja de Damián...
A: no vuelvas a repetir eso hijo... recuerda que Dios no castiga y que bendice donde hay amor verdadero y tú amas a Damián ¿verdad?
G: sí padre, lo amo con toda mi alma y por eso me duele tanto lo que está pasando...
A: tranquilo hijo... tú verás que todo se resolverá...
Entre tanto en la Hacienda Montenegro, Lucio se encontró con Damián en la cocina...
L: ¿cómo salió todo hermano?
D: muy bien... estoy seguro que Bruno pagará por todas sus fechorías...
L: yo también deseo lo mismo... no entiendo cómo pude estar tan ciego para no darme cuenta de la clase de alimaña que era...
D: ¿de verdad hermano? ¿en realidad no sabías quién era Bruno realmente?
L: por supuesto que no... es más ahora hasta pienso que quizás hizo muchas perversiones en mi nombre y yo ni siquiera sé...
D: pues será mejor que ahora elijas con más cuidado a quién metes en la Hacienda... por ejemplo Fabio... ¿sabes bien quién es él?
L: ¿Fabio?.... ajajajajaja... hermano no sospecharás de él... Fabio es completamente inofensivo...
D:¿y hay algo entre tú y él?
L: te refieres a que si es mi amante... no, entre él y yo no hay nada...
D: mmmmm...
L: por cierto y dónde está Gabriel...
D: fue a la Iglesia, pero desde cuándo te preocupa lo que haga mi Gabriel...
L: pero es que ¿Gabriel no te contó lo que pasó?
D: ¿de qué hablas?
L: pues de que él y yo... ya hicimos las pases...
D: ¿cómo?
L: sí... Gabriel llegó ayer a buscarme a mi recámara y me pidió que hiciéramos las pases pues porque después de todo vivimos bajo el mismo techo y es incómodo no llevarse bien...
D: ¿Gabriel fue a buscarte a tu cuarto?
L: sí... y pues yo acepté... así que desde ahora hermano... no te sorprendas si nos ves más unidos...
Damián no supo qué contestar y Lucio sonrío cínicamente al tiempo que salía de la cocina dejando a su hermano menor muy sorprendido...
Era de noche cuando Gabriel regresó a la Hacienda... entró a su habitación y encontró solo a su bebé durmiendo en la cuna...
El joven se acercó y dijo: perdóname por dejarte solo casi todo el día, pero necesitaba pensar...
Sus palabras fueron interrumpidas por Damián que entró al cuarto y dijo: vaya hasta que regresaste...
G: discúlpame... es que se me fue el tiempo hablando con el padre Abraham y...
Con tono molesto, Damián cuestionó: ¿en verdad solo estuviste en la Iglesia?
Dudando de su respuesta, Gabriel respondió: s-sí... ¿es que dudas de mí?
D: por supuesto que no, pero cuando saliste no me dijiste que demorarías tanto...
G: ya te dije que se me fue el tiempo... solo eso...
D: pues te recuerdo que ya no eres una persona soltera... tienes un hijo que cuidar y un marido que atender... y a los dos nos dejaste solos todo el día...
G: y-yo lo siento... pero es que acaso no tengo derecho a salir...
Damián se acercó a Gabriel y le dijo: tú tienes derecho a todo... pero la verdad es que me pongo celoso al saber que prefieres estar solo que conmigo...
G: eso no es verdad y lo sabes...
D: sí, lo sé...
El rubio acercó su rostro al del castaño y besó los labios de su amado... Gabriel rápidamente se retiró y dijo: la verdad es que sí fui a otro lado después de la Iglesia...
D: ¿a dónde?
G: al médico...
D: y eso ¿por qué?
G: pues porque me sentí un poco mal, pero no te preocupes me dijo que solo fue una descompensación porque últimamente no he comido bien... solo eso... pero me recomendó reposo...
D: ¿estás seguro que solo es eso?
G: ajá... no tendría por qué mentirte...
D: pues como últimamente no me dices todas las cosas...
G: ¿a qué te refieres?
D: a que hace rato mi hermano me contó lo que pasó entre ustedes...
El semblante de Gabriel cambió inmediatamente temiendo lo peor y con la voz temblorosa preguntó: ¿qu-qué fue lo que te dijo?
D: pues que ayer tú y él hicieron las pases...
G: ¿solo eso?
D: sí... ¿acaso ocurrió algo más?
G: n-no... claro que no...
D: lo que más me extrañó... es que me dijera que fuiste tú quien lo buscó para hacer las pases...
G: ¿y por qué te extraña?
D: porque te conozco y se me hace raro que lo hayas hecho... ¿tú ir al cuarto de mi hermano?
G: la- la verdad es que lo hice para que ya no haya problemas en esta casa... ¿te molesta?
D: no claro que no... porque sé que lo haces porque me quieres...
Nuevamente, Damián se acercó a su bello ángel y tomándolo por la cintura comenzó a besar su cuello...
Nuevamente, Damián se acercó a su bello ángel y tomándolo por la cintura comenzó a besar su cuello
D: te deseó demasiado Gabriel... quiero hacerte el amor...
Gabriel se creía el peor de los hombres al sentir las caricias de su marido y pensar que la noche anterior había estado en brazos de Lucio... esos pensamientos no le permitían disfrutar del momento... y haciendo un esfuerzo...
G: para, para Damián... no quiero, por favor no quiero hacerlo ahora...
Gabriel alejó bruscamente a Damián, provocando la molestia del león: ¿qué rayos te pasa Gabriel? ¿qué tienes?
G: ya te dije que no me siento bien y por eso fui al doctor...
D: pues vamos a llamarlo nuevamente para que te revise...
G: no es necesario... es solo que no tengo ganas de hacerlo ahora... eso es todo...
D: pero yo te necesito... sabes que me excita el solo verte...
G: por favor Damián entiéndeme... es que acaso soy solo un objeto de placer para ti...
D: no me salgas con eso Gabriel... eres mi marido y tienes obligaciones recuerdas...
G: entonces quieres que tenga relaciones contigo solo por obligación... que me entregue a ti como un muñeco sexual ¿eso quieres?
D: no sé qué diablos te pasa... pero quiero que me lo digas ahora mismo...
Damián tomó fuertemente de los hombros a Gabriel exigiendo una respuesta a su comportamiento...
G: suéltame... no tiene por qué tratarme así solo porque una noche no quiero tener sexo...
D: no soy ningún tonto Gabriel y sé que cuando una pareja se niega a tener relaciones con su marido es porque hay algo detrás...
G: que no me pasa nada... es que no puedes entenderme...
Furioso por el comportamiento de Gabriel, Damián dejó de insistir y dirigiéndose a la puerta del cuarto dijo: muy bien Gabriel... pero luego no te molestes de que busque en otro lado lo que no encuentro en mi casa...
El rubio salió dando un portazo y dejando a Gabriel con lágrimas en los ojos... el castaño se aferró a su crucifijo y oró: por favor Dios dime qué hacer... no quiero perder a Damián, pero si le digo la verdad, lo perderé....
Para tranquilizarse, Damián salió a las caballerizas para fumar un cigarro... su soledad fue interrumpida por unos pasos que se acercaban y cuando volteó a ver de quién se trataba descubrió a Fabio...
D: ¿qué haces aquí Fabio?
F: pues no podía dormir y pensé en salir a tomar aire fresco...
D: ahhhh... seguramente el calor no te dejaba dormir...
F: así es... ahora entiendo porque este lugar se llama Tierra Caliente... porque hace demasiado calor...
D: por eso y porque todos los que vivimos aquí somos muy calientes, jajajajajaja...
Fabio sonrió y posó su mano en el hombro del rubio: eso aún no lo he comprobado...
El barbado vio a los ojos del peliamarillo y sintió una cosquilla recorrer su cuerpo...
D: ehhh... será mejor que me vaya... tú quieres respirar aire fresco y yo estoy fumando...
F: no, por favor, quédate... me agrada tu compañía... además yo también fumo... ¿puedo fumar de tu cigarro?
D: ah... sí claro...
Damián le dio su cigarro a Fabio y este seductoramente fumó sintiendo el placer del humo entrar y salir de su boca...
F: gracias... hace mucho que no fumaba...
D: la verdad es que yo también he dejado de hacerlo por mi hijo...
F: supongo que te refieres al pequeño porque el otro ya está bastante crecidito, jajajaja
D: jajajaja... sí claro...
F: sabes, hoy conocí a Tadeo y es increíble su parecido contigo... aunque tú te ves demasiado joven para tener un hijo de esa edad... más bien parecen hermanos...
D: vamos, no seas mentiroso... tampoco es para tanto...
F: lo digo en serio... la verdad es que me sorprende que tengas un hijo de esa edad... debiste concebirlo cuando eras casi un niño...
D: bueno pues eso te comprueba lo que te decía... los hombres de Tierra Caliente somos muy fogosos...
F: pues entonces yo también debo ser de esta tierra... porque a veces siento que un fuego me consume por dentro y no sé cómo apagarlo...
Damián sonrió sarcásticamente: estoy seguro que sí sabes...
F: sí... sé cómo apagarlo... pero me falta con quién...
Damián sintió la mirada seductora de Fabio y notó que la plática estaba tomando otros matices y cortó de tajo: pues te aseguro que aquí en Tierra Caliente hay muchos hombres libres que podrían ayudarte... ahora será mejor que me vaya... ya terminé mi cigarro...
F: sí claro... yo me quedaré un rato más...
D: como quieras...
F: Damián... siempre que necesites hablar o fumar un cigarro llámame...
El rubio le guiñó un ojo a Damián que sin responder nada se metió a la casa...
Momentos después, Damián llegó a su cuarto y se acostó al lado de Gabriel que fingía estar dormido, pero en realidad vio como el rubio se colocó a su lado y al sentir su calor deseó estar en sus brazos, pero la culpabilidad de lo que había pasado la noche anterior no le permitían ir más allá... en silencio lloró hasta quedarse dormido...
Los días y las semanas pasaron y aunque Gabriel volvió a entregarse a los brazos de Damián, la distancia entre ellos aumentaba y discutían ante la menor provocación
Los días y las semanas pasaron y aunque Gabriel volvió a entregarse a los brazos de Damián, la distancia entre ellos aumentaba y discutían ante la menor provocación... el rubio sentía que a Gabriel le pesaba estar con él y este no se entregaba por completo al sentirse sucio por haber estado con Lucio... afortunadamente en esas semanas, Lucio había estado viajando por el trabajo, pero en cuanto podía no perdía el tiempo para atormentar a Gabriel... por su parte Fabio conseguía acercarse cada vez más a Damián y en repetidas ocasiones fumaban en las caballerizas y platicaban... Damián comenzaba a ver a Fabio como un amigo, pero el pelicafé tenía otras intenciones...
Una tarde, Juan entró a la habitación de Gabriel muy emocionado...
J: Gabriel tienes que ayudarme... no sé qué ponerme para esta noche...
Gabriel estaba como en otro mundo y apenas reaccionó: ah... perdón Juan no te escuché ¿qué decías?
J: ¿qué te pasa Gabriel? estás como perdido...
G: no es nada... es solo que no me siento muy bien...
J: ¿qué tienes?
G: pues náuseas y me duele el cuerpo...
Juan sonrío pícaramente: ahhhh... Gabriel no será que tú estás otra vez embarazado...
G: no digas eso Juan... no lo digas ni de broma...
J: y ¿por qué no? sería maravilloso no crees y estoy seguro que a don Damián le daría mucho gusto...
G: no, pero en estos momentos no puedo salir embarazado... precisamente ahora no...
J: pero ¿por qué?
G: ay Juan por favor no me preguntes más...
J: está bien... pero te recomiendo que te hagas unos análisis...
G: sí... lo haré... pero ahora dime por qué estás tan alegre...
J: pues porque en la noche Tadeo me va llevar a cenar y no sé qué ponerme... la verdad es que creo que no tengo ropa adecuada... tú podrías prestarme algo...
Gabriel sonrío contento por la felicidad de su amigo: claro que sí... yo te ayudo para que esta noche luzcas muy lindo...
La noche llegó y Juan y Tadeo fueron a cenar a un restaurante para celebrar su amor... no había un motivo especial... el pretexto era su amor y el querer estar juntos... ambos chicos pasaron una velada llena de risas y momentos románticos... llegó el momento de salir y cuando subieron a la camioneta Juan notó a Tadeo nervioso y le preguntó qué le pasaba...
J: ¿te pasa algo Tadeo?
T: Juan... yo... te quiero...
J: eso ya lo sé... me lo has demostrado... pero por qué estás nervioso...
T: es que no sé cómo decírtelo...
J: ¿qué cosa?
T: Juan... yo te amo y precisamente por eso... yo también... también te deseo...
Juan se ruborizó al escuchar las palabras del joven rubio...
T: yo no quiero ofenderte pero me gustaría hacer el amor contigo... no quiero presionarte, pero es que te deseo demasiado y me gustaría que tú y yo...
Juan interrumpió a Tadeo y dijo: no tienes por qué disculparte... yo te entiendo... tú eres hombre y tienes necesidades pero yo...
T: ¿tú qué?
J: yo no puedo ofrecerte nada...
T: ¿por qué no?
Juan comenzó a llorar y habló: pues porque Bruno me robó todo... yo fui de él y...
T: no sigas por favor Juan... recuerda que ese tipo ya está sepultado en nuestras vidas... ahora solo nos queda ver hacia adelante y yo quiero enseñarte a amar... no quiero tener sexo contigo... lo que quiero es hacerte el amor...
J: Tadeo yo...
T: ¿acaso tú no me deseas Juan? ¿no quieres hacer el amor conmigo?
Venciendo su timidez, Juan contestó: sí... por supuesto que sí... yo también te deseo...
T: entonces entrégate a mí Juan
T: entonces entrégate a mí Juan... entrégate y te prometo que no te fallaré...
Juan no respondió... únicamente dio un beso a los labios del rubio, que entendió lo que su amado quería decirle...
Momentos después, Tadeo y Juan entraban al cuarto de un hotel rentado previamente por el joven rubio... Juan se sorprendió al ver la habitación iluminada por numerosas velas llenando el lugar de un ambiente romántico y muy erótico...
Juan vio a los ojos de Tadeo y este le dijo: quiero que esta noche sea inolvidable para ambos...
J: lo será...
Tadeo besó apasionadamente los labios de Juan que se dejó llevar por su amado, quien poco a poco comenzó a besar su rostro para luego besar su cuello... entre tanto las manos del rubio bajaban de la espalda de Juan lentamente... sintió como el cuerpo del más joven se erizaba...
T: no tengas miedo... te aseguro que lo vas a disfrutar...
Al acercar más su cuerpo, Juan pudo sentir la dureza de Tadeo pese aún estar con ropa... las prendas comenzaron a estorbar ante el calor que inundaba a todo el cuarto...
Tadeo fue el primero en quitarse la camisa dejando al descubierto su esculpido abdomen... el rubio tomó las manos de Juan para que acariciara su torso... el chico se ruborizó al sentir como sus manos tocaban cada músculo de su amado...
El joven rubio comenzó a conducir a Juan hacia la cama y al mismo tiempo desabrochaba la camisa del más joven para desnudarlo poco a poco... cuando Juan se vio solo con bóxer frente a Tadeo se ruborizó...
T: no tienes por qué tener pena... eres hermoso...
Con cuidado, Tadeo colocó a Juan sobre la cama e inició su recorrido de besos empezando por los labios del castaño para ir descendiendo por el cuello y llegar a los pezones, los cuales mordió provocando que el chico gimiera levemente al sentirse excitado por las caricias... el rubio continuó su descenso hasta llegar a la parte baja de su amado... en ese momento Tadeo vio a los ojos de Juan y sin esperar más quitó la última prenda... Juan sintió como su bóxer bajaba por sus piernas quedando completamente desnudo frente a su rubio...
Tadeo se relamió los labios al ver a esa tierna presa completamente a su merced y temblando por la excitación... el rubio no esperó más y tomando el miembro de Juan lo engulló para hacerle sexo oral...
Los ojos de Juan se abrieron enormemente y preguntó con voz entrecortada: ¿qu-qué haces?
T: darte placer solo eso... te prometí que iba hacerte gozar y eso hago...
Juan sintió como una descarga eléctrica cuando Tadeo empezó con la felación... una serie de nuevas sensaciones llegaron al castaño que no había experimentado ese tipo de caricias... Bruno únicamente lo tomaba para darse placer a sí mismo, pero nunca le había preocupado satisfacerlo a él...
J: aghhhhh... oh Tadeo... nunca me habían hecho eso...
Tadeo continuaba lamiendo y chupando el pene de Juan como si se tratara del más dulce manjar...
J: ohhhh... siento que no voy aguantar más...
El rubio aceleró la felación para provocar aún más placer en su amado que había comenzado a retorcerse por la pasión contenida...
J: ohhhh Tadeo me vengo... me vengo...
T: hazlo mi amor... no te contengas... vente en mí...
J: aghhhhhhhhhhhhhhhhh
El placer hizo que Juan eyaculara mientras Tadeo recibía su descarga seminal en su boca saboreando el delicioso néctar de su amado
El placer hizo que Juan eyaculara mientras Tadeo recibía su descarga seminal en su boca saboreando el delicioso néctar de su amado...
Una vez que Juan se corrió, el castaño bajó su vista y vio al rubio con restos de su simiente en las comisuras de sus labio y relamiéndose...
T: sabes delicioso mi amor... mejor de lo que pensaba...
Respirando entrecortadamente, Juan estaba totalmente rojo...
Tadeo se levantó y dijo: bien ahora me toca a mí...
El rubio se quitó el pantalón y también el bóxer quedando completamente desnudo... Juan vio por primera vez a Tadeo como Dios lo trajo al mundo y se maravilló de verlo tan hermoso...
era un ejemplar tan masculino y su miembro viril era imponente
era un ejemplar tan masculino y su miembro viril era imponente... ya estaba erecto haciéndolo lucir más grande y grueso... Juan sabía que la intrusión no sería fácil, pero estaba dispuesto a soportar el dolor para complacer a su macho...
Tadeo se metió entre las piernas de Juan y acostándose sobre él le susurró: no sabes cuánto te he deseado... muchas noches he soñado contigo y hoy por fin te tengo a mi disposición...
Juan solo gimió al sentir como la dura verga de Tadeo rozaba su entrada que había comenzado a humedecerse por la excitación...
J: por favor Tadeo sé cuidadoso...
T: no te preocupes mi amor... ya te lo prometí... yo solo quiero darte placer...
El rubio besó en los labios al castaño justo en el momento que su miembro hinchado comenzó a abrirse paso en el culito de Juan, que al sentir cómo la cabeza de la verga profanaba su interior no pudo más que gemir con mezcla de dolor y placer: aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
El rubio besó en los labios al castaño justo en el momento que su miembro hinchado comenzó a abrirse paso en el culito de Juan, que al sentir cómo la cabeza de la verga profanaba su interior no pudo más que gemir con mezcla de dolor y placer: aghh...
Cuidadosamente y sin querer lastimar a su pareja, Tadeo se hundía lentamente en el interior de Juan... el rubio hacía un gran esfuerzo para contenerse y no penetrarlo de una sola estocada, pero él sabía lo que el castaño había sufrido y no quería hacerlo como un acto violento sino como un acto de amor...
Juan sentía como Tadeo iba entrando centímetro a centímetro dentro de él... su entrada se ampliaba para amoldarse al macho y aunque el dolor era inevitable, su amor hacía el acto menos tormentoso... el castaño no entendía cómo la longitud de Tadeo no dejaba de entrar ¿acaso era tan larga?
el castaño no entendía cómo la longitud de Tadeo no dejaba de entrar ¿acaso era tan larga?
Finalmente, las bolas del rubio chocaron con las nalgas de Juan... por fin lo tenía totalmente empalado....
T: estoy completamente dentro de ti mi amor... ya eres mío...
Con lágrimas en los ojos, Juan dijo: siempre he sido tuyo...
Tadeo sonrió y luego de limpiar las lágrimas de Juan, lo besó en los labios... el rubio se sentía en el cielo al tener su verga enterrada en el culo de su amado que lo apretaba deliciosamente... era una tortura placentera el no poderse mover esperando a que el castaño se acostumbrara a la invasión...
era una tortura placentera el no poderse mover esperando a que el castaño se acostumbrara a la invasión
Después de unos minutos, Tadeo preguntó: mi amor ¿ya puedo moverme?
Conmovido por la dulzura de 
su rubio, Juan contestó: s-sí... hazlo... hazme el amor...
Las palabras de Juan encendieron al rubio que sin esperar más retiró su verga hasta la mitad para volverla a clavar iniciando el mete y saca...
J: ah ah ah ah ah... oh Tadeo... Tadeooooo...
Los gemidos del castaño excitaban más al rubio que aceleró sus embestidas siempre cuidando de no lastimar a Juan
Los gemidos del castaño excitaban más al rubio que aceleró sus embestidas siempre cuidando de no lastimar a Juan...
T: eres tan delicioso Juan... me encantas, no sabes cuánto me gusta estar dentro de ti...
J: ah ah ah... oh sí... así Tadeo...

T: ¿te gusta Juanito? ¿te gusta tenerme dentro?
J: ah... s-sí me gusta... aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh
Juan se aferraba a las sábanas mientras sentía las estocadas de su rubio
Juan se aferraba a las sábanas mientras sentía las estocadas de su rubio... sentía como el fuego de su macho lo quemaba haciéndole olvidar todo el sufrimiento pasado... ahora entendía lo que era hacer el amor... lo que era alcanzar las estrellas con las manos, lo que era entregarse a un hombre...
Por su parte, Tadeo veía lleno de placer el rostro de Juan cada vez que se enterraba en él... quería hundirse lo más profundamente en su chico... llegar a donde nadie había llegado y tatuarse para siempre en su interior...
llegar a donde nadie había llegado y tatuarse para siempre en su interior
T. eres tan ardiente Juan... tu cuerpo se acopla perfectamente al mío... naciste para mí... mi Juan...
J: ohhh Tadeo... desde ahora te pertenezco... solo a ti... solo tú puedes tocarme... solo tú... ah ah ah...
Tadeo se sentía tan excitado que quería prolongar su corrida por lo que salió del cuerpo del joven para cambiar de posición
Tadeo se sentía tan excitado que quería prolongar su corrida por lo que salió del cuerpo del joven para cambiar de posición... el rubio colocó al castaño de cucharita y sin esperar más clavó su verga nuevamente en el culo de Juan que ya lo recibía completamente...

El castaño gemía solo de placer sabiendo que ya nunca podría estar sin ese macho que lo perforaba, Tadeo se había metido hasta su corazón: ah ah ah ah...
T: gime más fuerte... quiero que llores pero de placer... solo de eso...
Acelerando sus embestidas, Tadeo comenzó a masturbar a Juan que puso sus ojos en blanco al sentir tanto placer
Acelerando sus embestidas, Tadeo comenzó a masturbar a Juan que puso sus ojos en blanco al sentir tanto placer... para estos momentos el castaño no solo gemía sino lloraba de placer y sentía que podía desmayarse en cualquier momento...
J: oh Dios mío... cuanto placer...
T: me encanta que digas eso...

La verga de Tadeo estaba por explotar en el interior de Juan...
J: no aguanto más... voy a venirme...

T: córrete mi amor... corrámonos juntos.. ah ah ah...
Tadeo se ensartó aún más en Juan
Tadeo se ensartó aún más en Juan... sus testículos chocaban con las nalgas del joven... al sentir que su verga se hinchaba para explotar, Tadeo mordió el cuello de Juan que no aguantó más y se corrió nuevamente manchando la mano de Tadeo... mientras que el rubio tampoco aguantó más y eyaculó inyectando en las entrañas de su amado una gran cantidad de leche...

Casi desmayado, Juan sentía como sus intestinos eran bañados por la simiente de su macho... el joven sonrío satisfecho al pensar que ese caliente líquido bañaba su interior purificándolo y volviéndolo uno con su ser amado...
Tadeo tocaba el cielo al tener entre sus brazos casi desmayado de placer a su Juan, su joven amante a quien protegería de ahora en adelante
Tadeo tocaba el cielo al tener entre sus brazos casi desmayado de placer a su Juan, su joven amante a quien protegería de ahora en adelante...
Como un susurro, Tadeo le dijo: ya somos solo uno... gracias por entregarte a mí...
Llorando de felicidad, Juan respondió: gracias por amarme tanto
Llorando de felicidad, Juan respondió: gracias por amarme tanto... yo también te amo...
Tadeo besó tiernamente los labios de Juan mientras que continuaban pegados por el miembro del macho...
Después de un rato, Tadeo salió del cuerpo de Juan y abrazándolo lleno de amor se cubrieron con una sábana y con los cuerpos desnudos y sudorosos decidieron pasar el resto de la noche juntos para seguirse amando... ambos deseaban que esa noche fuera eterna...
Al día siguiente, Gabriel se despertó al sentir como Damián se arreglaba para irse a trabajar...
G: buenos días... ¿ya te vas? ¿ni siquiera vas a desayunar?
D: lo haré después... hoy tengo muchas cosas que hacer... quizás no venga ni a comer...
G: ¿Tadeo va contigo?
D: no... me pidió permiso para hoy... al parecer ni siquiera ha regresado...
G: ¿en serio?.... ja parece que esos muchachos se la llevaron larga esta vez...
D: así parece... Gabriel ¿te pasa algo?
G: ¿por qué?
D: te veo desmejorado... estás pálido... no sé... además escuché que en la noche te levantaste varias veces al baño... ¿estás enfermo?
G: ah... es que creo que la comida me cayó pesada... solo eso...
D: ¿seguro?
G: sí... seguro...
La verdad es que Gabriel nuevamente mentía... desde hace varios días tenía mareos y náuseas... el castaño temía que lo que menos quería se hiciera realidad, por lo que fue hacerse unos análisis y en unas horas le darían los resultados...
D: bueno, pues ya me voy... antes quiero...
G: ¿qué pasa?
D: no, nada... será mejor que hablemos bien en la noche...
G: ¿sobre qué?
D: en la noche te diré... nos vemos mi amor...
Damián besó en los labios a Gabriel y este sentía algo en su pecho, era algo que le oprimía y no sabía qué era...
Horas después, una sirvienta le dijo a Gabriel que tenía una llamada... el castaño bajó a contestar...
G: bueno... ¿quién habla?
Enfermera: buenas tardes... somos de la clínica donde se hizo unos análisis... sus resultados ya están listos... felicidades, está usted embarazado....
Gabriel no pudo ni contestar... había quedado en shock por la noticia...
Enfermera: bueno... bueno... señor ¿está ahí?
G: ahhhh... sí... aquí estoy...
Enfermera: bueno, pues puede pasar a recoger sus análisis cuando quiera... es un placer atenderlo...
Gabriel colgó el auricular y subió corriendo a su cuarto... lejos estaba de imaginar que en su despacho, Lucio había escuchado la conversación desde otra extensión... el malvado pelinegro sonreía pues todo se ajustaba a sus planes...
Gabriel lloraba en su cuarto cuando escuchó que su puerta se abría y era Lucio quien entraba con una sonrisa socarrona...
Intentando disimular sus lágrimas, Gabriel habló: ¿qué haces aquí?
L: vamos Gabriel, no tienes por qué disimular... por accidente escuché todo...
G: ¿a qué te refieres?
L: a que ya sé que estás preñado... que estás esperando un hijo... un hijo mío...
Las palabras de Lucio se clavaron en el corazón de Gabriel, que con tono de voz fuerte dijo: cállate... cállate Lucio... tú no puedes asegurar eso... no puedes...
L: claro que puedo... si haces cuentas ese niño tiene que ser mío...
si haces cuentas ese niño tiene que ser mío
G: eso no es cierto... no hay ninguna seguridad...
L: quizás tú no la tengas... pero yo sí y eso es suficiente para que reclame todos mis derechos...
Gabriel se fue encima de Lucio y comenzó a golpear su pecho: tú no tienes derecho a nada Lucio... este hijo es mío y de Damián ¿me escuchas?
L: no te engañes a ti mismo... ni tampoco engañes a Damián queriéndole meter un hijo que no es de él...
G: ¿y por qué quieres que sea tuyo? ¿por qué?
L: porque ese niño será la prueba de que fuiste mío... ya no podrás seguir negándolo... tendrás que decirle a mi hermanito toda la verdad... él no te va perdonar Gabriel... te va despreciar como el más vil de los seres....
G: por favor cállate... me haces daño ¿no lo entiendes?
L: pero no tienes por qué preocuparte porque si mi hermano te deja yo no... te voy a demostrar que yo sí te quiero... aceptándote aún a pesar de tus desprecios...
G: nunca... entiéndelo... aunque Damián me despreciara... yo jamás sería tuyo... lo que pasó fue un error, solo eso...
L: pues tendrás que ser mío... ahora llevas algo que nos une para siempre...
G: eso no es verdad... no es verdad...
L: vas a tener que decirle a mi hermano... tienes que decírselo...
G: tú no tienes por qué obligarme...
L: Damián tiene que saberlo...
En ese momento, Damián entró a la recámara y preguntó con voz firme: ¿qué es lo que tengo que saber?
El rostro de Gabriel se llenó de terror y Lucio sonrió cínicamente...
D: vamos... no se queden callados... qué es de lo que me tengo que enterar... Gabriel habla tú... dime... habla con un demonio....
Gabriel no podía articular palabra....
Lucio entonces dio un paso al frente y dijo: muy bien si Gabriel no quiere hablar entonces yo sí te lo voy a decir hermano...

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