Epílogo.- 20 años después


Han pasado 20 años en Tierra Caliente y la familia Montenegro sigue siendo una de las más ricas de la región, sin embargo ahora es mucho más numerosa...
Gabriel y Damián tienen cuatro hijos... dos varones, Ángel de 20 años y Rafael de 19... un chico fertilizable, Emmanuel, de 17 años... y una chica de 15 años llamada Maia...
y una chica de 15 años llamada Maia
Juan y Tadeo tienen a tres hijos... un varón fertilizable de 18 años llamado Mateo... un varón de 16 de nombre Jonás... y Saraí, una chica de 11 años...
Todos viven felices, unidos y alegres en la Hacienda Montenegro, pero
Todos viven felices, unidos y alegres en la Hacienda Montenegro, pero...
Una noche de fiesta en un bar de Tierra Caliente, Emmanuel y Mateo eran observados por todos los presentes al saber de quiénes se trataban además de llamar la atención por su apariencia...
Emmanuel era un joven rubio, de tez blanca y ojos color miel que heredó la gracia de Gabriel, un chico con el rostro angelical...
mientras que Mateo era muy parecido a Juan sólo que con algunos rasgos de los Montenegro, él era un chico de piel blanca, de cabello castaño y ojos verdes
mientras que Mateo era muy parecido a Juan sólo que con algunos rasgos de los Montenegro, él era un chico de piel blanca, de cabello castaño y ojos verdes... ambos eran muy guapos, pero de carácter muy diferente...
E: ay Mateo quieres dejar de estar nervioso y disfrutar de la noche...
M: es que te saliste sin permiso Emmanuel... si mi abuelo Damián se llega a enterar de que estamos aquí es capaz de venir a armar un escándalo... ya sabes cómo te cuida...
ya sabes cómo te cuida
E: ay sí ya lo sé... y me saca de quicio... no entiendo por qué a mis hermanos sí les da toda la libertad y a mí no...
M: ya sabes que nosotros somos distintos...
E: sí ya sé... somos hombres fertilizables y corremos más riesgos... pero me choca que mis papás me cuiden tanto y también mis hermanos mayores... yo ya no soy un niño... estoy por cumplir los 18 años y sé muy bien defenderme... si quieren cuidar a alguien que cuiden a Maia...
M: si te cuidan tanto es porque te quieren...
E. pues yo ya estoy harto y también de este pueblo... quisiera irme a vivir a otro lugar, pero yo solo...
M: jajajajaja... el abuelo Damián nunca te lo permitiría... sólo te podrías ir pero casado...
E: ja y con quién me voy a casar... si no dejan que se me acerque nadie... es más aquí nadie se atreve a acercarse a nosotros porque conocen a mi papá y saben que es un energúmeno...
M: pues en eso tienes razón... ahora vengo voy al baño...
Emmanuel se quedó solo en la mesa disfrutando de su bebida sin darse cuenta que desde un rincón alguien lo observaba... ese hombre se levantó y caminando como un tigre se acercó hasta el chico rubio...
Buenas noches, ¿puedo sentarme?, dijo el desconocido...
Emmanuel vio al hombre y sus pupilas se dilataron al observar a ese ejemplar masculino
Emmanuel vio al hombre y sus pupilas se dilataron al observar a ese ejemplar masculino... era un hombre unos años mayor que él aunque por la barba que usaba podía parecerlo aún más... su cabello era rubio oscuro y sus ojos cafés y misteriosos, de tez blanca, alto y delgado pero de cuerpo musculoso, sus rasgos eran muy varoniles y su voz ronca...
Emmanuel se puso nervioso y respondió: pues estoy con alguien más...
Desconocido: ¿tu novio?
E: no, es un primo... yo no tengo novio...
El joven se sentó y dijo: no puedo creer que alguien tan lindo no tenga novio...
El rubio se sonrojó y dijo riéndose: no tengo, pero es porque ninguno se atreve a acercarse a mí porque le tienen miedo a mi papá...
Desconocido: pues yo me enfrentaría a quien sea por alguien como tú... la prueba es que aquí estoy...
E: ja... eres bastante atrevido...
Desconocido: la verdad es que no le doy rodeos a lo que me interesa...
E: me gusta la gente directa...
Desconocido: y a mí me gustan los chicos como tú...
E: tú no de eres de Tierra Caliente ¿verdad?
Desconocido: no, pero mi padre era de aquí...
E: y cómo te llamas...
En ese momento, Mateo regresó del sanitario y se sorprendió al encontrarse a otro hombre sentado...
M: buenas noches... ¿lo conozco?
Desconocido: buenas noches... no, yo acabo de acercarme... ¿quieren que les invite una copa?...
Emmanuel iba aceptar, pero Mateo habló primero: no, gracias y no acostumbramos a aceptar bebidas de desconocidos...
El hombre entendió el mensaje: entiendo y creo que será mejor que los deje... ya habrá otra ocasión para que podamos platicar mejor, Emmanuel...
E: espera... ¿cómo sabes mi nombre? nunca te lo dije...
Desconocido: pues ya te dije que me interesas... además que no es difícil saber quién eres...
E: ahhhh y tú... no me has dicho tu nombre...
El hombre sonrió y le dio una tarjeta: ahí está mi nombre y mi número de celular... estoy seguro que nos volveremos a ver...
Emmanuel tomó la tarjeta y vio al hombre salir del lugar... Mateo intentó quitarle la tarjeta pero no pudo...
E: ¿qué haces Mateo? estás loco...
M: rompe esa tarjeta Emmanuel... ese tipo es un atrevido... no se ve con buenas intenciones...
E: ay no seas paranoico... en ningún momento fue grosero conmigo...
M: pues a mí no me cayó bien y si quieres un consejo será mejor que lo olvides...
E: pues a mí sí me cayó bien y hasta se me hace un poco conocido... no sé como si tuviera un aire familiar...
Emmanuel leyó la tarjeta y dijo el nombre del hombre en voz alta: Andrés Duarte... se llama Andrés Duarte... dijo que su papá era de este pueblo... me pregunto quién será...
Fuera del bar, Andrés sonreía maliciosamente y pensaba en voz alta: el primer paso ya está dado... por fin te conozco Emmanuel Montenegro, el tercer hijo de Damián y Gabriel... tú serás el instrumento de mi venganza... serás mi llave de entrada a la Hacienda Montenegro... a través de ti podré reclamar lo que me pertenece por derecho de sangre... porque yo también... 
¡YO TAMBIÉN SOY UN MONTENEGRO!
¡YO TAMBIÉN SOY UN MONTENEGRO!
¿EL FIN?

1 comentario: