26.- Paraíso perdido


Era de madrugada en Tierra Caliente cuando la luz de luna iluminaba aquella habitación en la que yacían dos cuerpos desnudos en un mismo lecho, eran Damián Montenegro y Fabio Duarte, el barbado estaba dormido sin saber nada de lo que ocurría mientras que el más joven fingía estar durmiendo... parado a unos metros de distancia de la cama estaba Gabriel, quien no podía creer lo que estaba viendo...
de sus ojos empezaron a salir lágrimas
...de sus ojos empezaron a salir lágrimas... lágrimas de desilusión, de decepción y también de rabia... por un momento deseó gritar y levantar a ambos hombres para reclamarles el engaño, pero se contuvo... el joven pelicastaño no se rebajaría frente a quienes lo humillaban con sus sucios actos...
Sin hacer mucho ruido, Gabriel salió de la habitación y se encerró en su cuarto... por unos instantes se quedó parado dentro de su recámara sin pensar en nada, tenía la mirada perdida...
un ligero llanto lo hizo volver a la realidad
...un ligero llanto lo hizo volver a la realidad... era el pequeño Ángel que se había despertado y lloraba por la atención de sus padres... el joven se acercó a la cuna y levantó a su bebé para llevarlo hasta su cama mientras lo mecía entre sus brazos...
Al sentir la calidez de su padre, Ángel dejó de llorar y dedicó una tierna sonrisa a Gabriel, que no pudo soportar más y comenzó a llorar desconsoladamente con su hijo en brazos... el bebé emitía sonidos como queriendo tranquilizar a su papá...
Gabriel respiró hondo y dijo: ¿no quieres que llore verdad?... ya no lo voy hacer... después de todo te tengo a ti y por ti voy a ser fuerte... por ti no me voy a rendir... solo por ti...
El castaño se limpió su llanto y acunó fuertemente a su hijo sintiendo que ese pequeño cuerpo le transmitía una fuerza enorme para no dejarse vencer por las circunstancias...
La mañana llegó y Damián despertó con un terrible dolor de cabeza recordando muy poco o casi nada de la noche anterior... se dio cuenta que no estaba en su habitación y grande fue su sorpresa al descubrir que junto a él estaba acostado Fabio, ambos continuaban desnudos, era evidente lo que "supuestamente" había pasado... el rubio se agarró la cabeza intentado recordar más pero no podía pues lo efectos del alcohol le jugaban una mala pasada... rápidamente, se puso su pantalón, recogió su camisa y zapatos que estaban en el suelo y cuando se disponía a salir de ese cuarto, una sensual voz lo detuvo...
F: ¿te vas sin siquiera despedirte?
D: ehhhh... Fabio... yo... no sé qué pasó... no recuerdo nada...
Fabio se levantó de la cama sin ningún pudor
Fabio se levantó de la cama sin ningún pudor... sin importarle mostrar su desnudez frente al rubio y contestó: no sé si creerte, pero a diferencia de ti yo sí recuerdo todo perfectamente y quiero decirte que fue una noche maravillosa, la mejor que he pasado en este pueblo... me sentí tan amado entre tus brazos...
El joven rubio intentó acariciar el rostro de Damián, pero este le detuvo la mano y con voz firme habló: Fabio, yo no sé lo que pasó anoche, pero lo que sea que haya habido entre los dos fue algo que nunca volverá a repetirse...
F: ¿cómo?... tú no puedes decirme eso... no después de la forma en la que me trataste anoche... fuiste tan apasionado y...
D: anoche estaba borracho y te repito que no recuerdo lo que pasó... si tú y yo tuvimos algo fue porque no estaba en mis cinco sentidos, de otra forma yo no me hubiera metido a la cama contigo porque...
F: ¿por qué amas a Gabriel?... no entiendo cómo puedes seguir considerándolo después de lo que te hizo...
Damián se molestó al escuchar esas palabras y tomó fuertemente de los hombros a Fabio preguntándole: ¿qué es lo que tú sabes Fabio?... contesta...
F: pues lo único que sé es que Gabriel y tu hermano pasaron una noche juntos... suéltame, que me lástimas...
D: ¿qué más sabes?... habla... ¿tú los viste?
F: aghhhh... yo no vi nada... lo sé porque tu hermano me lo contó... eso es todo lo que sé...
D: por lo visto todos en esta casa me han visto la cara de estúpido...
El rubio barbado soltó a Fabio bruscamente y abrió la puerta para salir... Fabio intentó detenerlo: Damián espera...
D: no tengo nada más que hablar contigo y una cosa más
D: no tengo nada más que hablar contigo y una cosa más... no vuelvas acercarte a mí, lo que sea que pasó entre nosotros olvídalo... porque si sigues insistiendo me voy a olvidar de lo que eres y te voy a enfrentar como a un hombre... ya estás advertido...
Damián se fue del cuarto y Fabio cerró la puerta lleno de rabia... nuevamente lo habían humillado, pero esta vez logró su objetivo al hacer creer a Damián que ambos habían tenido relaciones íntimas...
Damián entró a la habitación que compartía con Gabriel y vio que el joven dormía en su cama junto a su pequeño hijo... sin hacer mucho ruido se metió a bañar para luego cambiarse de ropa sigilosamente... el rubio no quería despertar a Gabriel pues no deseaba hablar con él... aún se sentía aturdido tanto por lo acontecido como por los efectos de la resaca... para ese momento, el castaño ya había percibido la presencia de Damián, pero prefirió fingir que seguía durmiendo, pues tampoco deseaba iniciar una confrontación...
Antes de salir de la recámara, Damián se acercó a Gabriel e intentó acariciar su cabello, pero la rabia de pensar que había estado entre los brazos de su hermano no le permitió hacerlo y salió del cuarto sin hacer más... Cuando el rubio bajó las escaleras, se encontró con Juan...
J: don Damián, por favor espere... tengo que hablar con usted...
D: tengo prisa Juan...
J: sólo serán unos minutos... por favor escúcheme...
D: está bien... ¿qué quieres?
J: don Damián... yo sé que está molesto con Gabriel pero él no tiene...
D: mira Juan... te pido que no te metas en asuntos que no te importan...
J: es que sí me importa... Gabriel es mi amigo y usted es el padre del hombre al que amo...
Damián se sorprendió al escuchar esas palabras del tímido Juan, pero este continuó hablando pese a que sentía que su rostro le ardía por la pena: yo siempre estoy acostumbrado a callar, pero no puedo hacerlo cuando la felicidad de las personas que...
Damián se sorprendió al escuchar esas palabras del tímido Juan, pero este continuó hablando pese a que sentía que su rostro le ardía por la pena: yo siempre estoy acostumbrado a callar, pero no puedo hacerlo cuando la felicidad de las personas que quiero está en juego...
D: ¿qué quieres decir?
J: que yo sé que Gabriel no tuvo la culpa de nada de lo que pasó...
D: tú no puedes saberlo porque esa noche estabas conmigo en San Pedro...
J: es verdad, yo no estaba pero Gabriel me contó...
D: ja... y qué crees que te iba a decir... ¿se iba echar la culpa?
J: sí... si Gabriel tuviera la culpa me lo hubiera contado porque confía en mí...
D: ya sé que Gabriel confía en ti más que en mí...
J: si él confía en mí es porque yo creo en todo lo que me dice... no lo cuestiono, no dudo de él...
D: mira Juan... creo que te estás extralimitando... será mejor que dejemos esta conversación...
J: no... voy a terminar lo que quería decirle... la verdad es que Gabriel no recuerda lo que pasó... él sólo aceptó una copa de su hermano y a la mañana siguiente estaba desnudo en su cama... su hermano le dijo que habían pasado la noche juntos...
D: ¿eso es todo?
J: sí... eso es todo lo que Gabriel recuerda... pero ahora yo le diré lo que pienso... estoy seguro que su hermano drogó a Gabriel... seguramente le puso algo en esa bebida para que Gabriel se durmiera y él se aprovechara de las circunstancias...
D: lo que estás diciendo es una acusación muy grave...
J: y estoy dispuesto a sostenerlo frente a quien sea porque conozco perfectamente a Gabriel y sé que es incapaz de engañar a nadie y mucho menos a usted porque él lo ama... tanto como ama a su hijo... y también sé de lo que es capaz don Lucio... yo también he sido víctima de él..
Damián observó cómo los ojos de Juan se llenaba de lágrimas y entendió que sus palabras eran verdaderas... entonces dejó al muchacho y presurosamente se dirigió al cuarto de Lucio... entró sin pedir permiso...
D: Lucio... tenemos que hablar...
Lucio no estaba en la habitación... una de las sirvientas de la Hacienda arreglaba la cama y dijo: buenos días... don Lucio salió desde muy temprano...
D: ¿te dijo a dónde iba?
Sirvienta: no señor...
Damián empuñó sus manos y sin saber qué hacer decidió tomar su caballo para cabalgar un rato y aclarar su confusa mente...
Momentos después, Juan entró a la habitación de Gabriel donde el joven alimentaba a su pequeño...
G: Hola Juan...
J: buen día Gabriel... pero mira la cara que tienes... parece que no pudiste dormir bien en toda la noche...
G: así es... casi no pude dormir...
J: perdóname Gabriel, por favor
J: perdóname Gabriel, por favor...
G: ¿por qué tendría que perdonarte?
J: porque no debo meterme en tus asuntos, pero no puedo verte sufrir y quedarme de brazos cruzados...
G: ¿a qué te refieres?
J: a que le conté a don Damián todo lo que me dijiste sobre la noche que pasaste con don Lucio...
G: Juan... tú no tenías por qué decirle nada...
J: pero es que don Damián no quiere escucharte, pero yo ya le conté y estoy seguro que me creyó... entonces ya podrán hablar más tranquilos y resolver esto...
G: no Juan... entre Damián y yo ya nada se va solucionar... yo ya no quiero saber nada de él... nada...
J: ¿cómo? pero por qué... tú me dijiste que...
G: eso fue ayer... pero hoy todo cambió... yo ya no quiero nada más con Damián...
J: ¿qué fue lo que pasó ahora? no entiendo...
Nuevamente, Gabriel comenzó a llorar y dijo: por favor Juan... no me preguntes nada... no quiero hablar de algo tan vergonzoso para mí... lo único que puedo decirte es que Damián es un canalla... es igual o peor que su hermano... Lucio tenía razón cuando me dijo que un día conocería el verdadero rostro de Damián y me arrepentiría de entregarle mi corazón... él tenía razón... tenía razón...
Juan abrazó fuertemente a su amigo sin saber qué decir o hacer para consolarlo... en esos momentos una sirvienta tocó la puerta informando que Gabriel tenía una llamada...
Limpiándose las lágrimas, Gabriel bajó a atender la llamada... se trataba de la clínica donde se había hecho los análisis para conocer exactamente cuándo había salido embarazado... la secretaria le dijo que los resultados estarían esa misma tarde, por lo que el castaño quedó en ir a las cinco de la tarde... una vez que colgó, el joven pensó que esos resultados despejarían sus dudas, pero temía que no fueran lo que él esperaba... ¿quién era el padre del hijo que esperaba? ¿Damián o Lucio?
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Fabio, quien cínicamente saludó a Gabriel: buenos días Gabriel... ¿cómo estás?
El castaño sintió que la sangre le hervía al ver al descarado hombre y recordar la escena de la noche anterior
El castaño sintió que la sangre le hervía al ver al descarado hombre y recordar la escena de la noche anterior... Gabriel no contestó y se dirigió a las escaleras...
El rubio notó el desplante y con más cinismo dijo: vaya, ni siquiera piensas contestarme... ¿esos fueron los modales que te enseñaron en el seminario?
Gabriel se detuvo en el primer escalón y volteando a ver a Fabio respondió firmemente: en el seminario me enseñaron a ser honesto y a no juntarme con hipócritas, es más ni siquiera a saludarlos...
Fabio entendió la indirecta: ajajajajajajaja... o sea que según tú soy un hipócrita... no entiendo por qué me dices eso Gabriel... si yo a ti no te he hecho nada...
G: ¿nada? ¿no me has hecho nada?... y cómo le llamas al acostarte con mi marido, con el padre de mi hijo...
El peliamarillo no se inmutó ante la acusación: veo que ya lo sabes y no te lo voy a negar... después de todo yo no tengo la culpa... ayer Damián necesitaba de mí... de mis caricias y yo se las di...
G: eres un descarado... no quiero seguir hablando contigo...
F: pero yo sí... ya que nos quitamos las caretas, de una vez te digo que lo que pasó anoche con Damián no es la primera vez... él y yo hemos estado juntos en más ocasiones desde hace varias semanas... no sabes lo apasionado que es... cómo me besa... cómo me toca... cómo me hace el amor...
G: ya cállate... no quiero escucharte más...
Gabriel intentó subir las escaleras, pero Fabio lo detuvo del hombro: yo sí quiero que me escuches...
El castaño se llenó de rabia y sin poder soportar más tomó de las manos a Fabio y lo empujó provocando que este cayera al suelo sentado...
El rubio gritó furioso: eres un estúpido... un salvaje...
Gabriel también gritó: no vuelvas a ponerme una mano encima... tanto tú como Damián me dan asco... y si tanto lo quieres quédate con él... yo no acostumbro a pelear por un hombre que no me respeta y no me ama... te lo regalo...
Y Gabriel subió rápidamente las escaleras dejando a Fabio en el suelo y con los ojos echando chispas por la rabia...
Más tarde, a orillas del río de Tierra Caliente, Damián estaba sentado tratando de pensar en todo lo ocurrido y deseando aclarar su mente... un brazo en su hombro interrumpió sus pensamientos... se trataba de Tadeo...
T: supuse que te encontraría aquí papá...
D: no pensé que regresarías tan pronto
D: no pensé que regresarías tan pronto...
T: la verdad es que la persona que me atendió para ver lo de las tierras en San Benito se portó muy amable y me dio todo lo que necesitaba ayer mismo, por lo que salí de allá desde muy temprano...
D: me da gusto que todo haya salido bien...
T: aunque creo que las cosas aquí son las que no andan muy bien ¿verdad?
D: por lo que veo Juan ya te contó...
T: sí y por eso vine a buscarte... para platicar contigo... ¿qué pasa papá? ¿por qué estás así?
D: ¿y me lo preguntas? ¿acaso Juan no te dijo que Gabriel y Lucio...?
T: lo que Juan me dijo es que Lucio se aprovechó de Gabriel y yo creo que es así porque conozco muy bien a Gabriel y sé que él sería incapaz de hacer algo inmoral... papá... ¿acaso tú crees que Gabriel te engañó deliberadamente?
Damián pensó por un instante su respuesta y luego contestó con firmeza: no... estoy seguro que no fue así... ayer sí lo pensé pero era porque estaba furioso y la rabia me cegaba... pero ahora que lo he pensado bien también estoy seguro que fue Lucio quien se aprovechó de la situación y hasta podría pensar que él lo planeó todo...
T: pues yo no quería decirlo, pero también creo que Lucio lo planeó todo y es por eso que no debes darle gusto... regresa ahora mismo con Gabriel y reconcíliate con él...
D: es que no es tan fácil hijo... no lo entiendes...
T: ¿qué es lo que no es fácil?
D: es que no puedo dejar de pensar que Gabriel, mi Gabriel, estuvo en los brazos de otro hombre... no me importa que sea Lucio... es solo que el pensar que ha estado con alguien más me pone loco de rabia y de ira... desearía no pensar en ello, pero no puedo... aghhhhh... sé que soy un estúpido...
T: no te ahogues en un vaso de agua papá... entiendo lo que sientes porque yo también he pasado algo similar, pero mi amor ha sido más fuerte y no me importa los hombres que hayan estado antes con Juan... lo que me importa es que él solo me ama a mí... eso es lo único importante...
Damián escuchó las palabras de su hijo mayor y replicó: es que hay algo más...
T: ¿qué?
D: existe la posibilidad de que el hijo que está esperando Gabriel sea de Lucio y no mío... si eso fuera cierto yo...
T: papá, no te atormentes antes de tiempo... Gabriel ya se hizo unos análisis para saber con exactitud el tiempo de embarazo, de esa forma podrán salir de dudas...
D: pero y ¿si ese niño es de Lucio?
T: bueno... si así fuera... entonces deberás tomar una decisión... ¿qué es más importante para ti? ¿el que Gabriel haya estado con otro y esté esperando un hijo o tu amor por él? ¿estás dispuesto a perder a Gabriel por lo que ha pasado?
D: no... yo no podría vivir sin Gabriel... yo lo amo, tanto que no puedo estar con nadie más que no sea él...
T: bueno... pues creo que ya tienes la respuesta... entonces no esperes más y habla con Gabriel... no dejes que ese muro que se ha formado entre ustedes sea tan grande que ya no se pueda derribar...
Damián observó a Tadeo y le agradeció por apoyarlo y ser más que un hijo, un verdadero amigo...
Entre tanto en la Hacienda Montenegro, Fabio continuaba enojado por su encuentro con Gabriel... en ese momento Lucio entró a su habitación...
F: vaya, hasta que regresaste... ¿dónde estuviste toda la mañana?
L: tenía que firmar unos documentos en el banco y eso me llevó más tiempo del que pensaba, pero ya estoy aquí... ahora sí quiero que me cuentes qué pasó ayer...
F: ahhh... pues si lo que te interesa saber es si Gabriel nos encentró juntos a Damián y a mí, puedes estar satisfecho... todo salió como lo planeaste... el pobrecito de Gabriel vio a su amado Damián conmigo en la cama... desnudos y abrazados...
Lucio se acercó y sonriendo acarició la mejilla de Fabio: jajajajajaja... entonces todo salió perfecto...
F: así es... además que hace unos momentos él mismo me confirmó que nos vio y hasta me empujó para que me cayera de las escaleras...
L: ¿Gabriel hizo eso?
F: sí... para que veas que no es tan inocente como aparenta...
L: mmmm... bueno lo que importa es que hemos avanzado en el plan y supongo que tú estás satisfecho de haber estado con mi hermanito...
F: ehhhh... pues... no estuvo mal...
L: ¿qué pasa Fabio? ¿por qué lo dices con ese tono de desdén?
F: pues porque la verdad es que entre Damián y yo no pasó nada...
L: ¿cómo?
F: lo que escuchas... Damián no pudo estar conmigo... no quiso tener relaciones...
L: debe ser porque estaba muy borracho...
F: en parte sí, pero también porque no se puede quitar de la mente a Gabriel... y hoy me lo confirmó... él sí cree que tuvimos relaciones pero me dejó muy claro que nunca volverá a pasar nada entre nosotros y eso es porque ama a Gabriel... lo ama solo a él...
Las palabras de Fabio dejaron sorprendido a Lucio que por fin confirmaba que los sentimientos de su hermano hacia Gabriel sí eran sinceros y no solo un capricho...
F: ¿por qué te quedas callado? no te esperabas esto...
Lucio comenzó a reír: jajajajajajajajaja... la verdad es que no... no me lo esperaba... pero esto es aún mejor...
F: ¿por qué es mejor?
L: pues porque cuando mi hermano se quede sin Gabriel su sufrimiento será aún mayor y yo lo voy a disfrutar en grande...
F: estás muy seguro de que vas a ganar esta guerra...
L: por supuesto, porque yo siempre gano y obtengo lo que quiero... y voy a ganarle a mi hermano arrebatándole lo que más quiere...
F: jummm... pues para mí tú y él son unos tontos de remate... mira que pelear por Gabriel... no sé qué le ven... yo no le encuentro el menor chiste...
L: jaja... por lo que veo estás muy ardido porque mi hermano te rechazó...
F: va, eso no me importa... pero es un estúpido, nunca había conocido a un hombre tan estúpido como él...
Lucio se acercó más a Fabio y le susurró: si mi hermano no estuvo contigo quiere decir que anoche te quedaste con las ganas... debes estar ardiendo por tener a un macho entre las piernas...
El pelinegro mordió la oreja del rubio que se separó de inmediato: ay Lucio no molestes por favor...
L: no te estoy molestando... te digo la verdad... mi hermano es un hombre atractivo y seguramente tu orgullo debe estar herido porque no quiso saciar tus necesidades...
F: ja, te aseguro que he tenido mejores amantes que Damián...
Lucio se acercó y tomando bruscamente por la cintura a Fabio le dijo: supongo que uno de esos amantes soy yo... porque estoy seguro que ninguno te ha hecho gritar de placer como lo hice yo...
Fabio intentó separarse: ay ya Lucio... deja de fastidiar...
Lucio sonrió: ando muy caliente y necesito desfogarme y ya que tú estás igual me vas a servir...
El pelinegro arrojó a Fabio a la cama y se echó encima de él quien intentó forcejear: si quieres desfogarte vete al burdel a buscar una puta...
L: no tengo que ir al burdel cuando la puta la tengo en mi casa...
Lucio comenzó a besar apasionadamente a Fabio que al principio quiso negarse, pero el calor corporal del pelinegro así como sus deseos lo hicieron rendirse...
Lucio se desprendió de su ropa rápidamente y con salvajismo despojó al peliamarillo de sus prendas dejándolo desnudo y a su merced... bruscamente comenzó a masajear las carnosas nalgas del joven que gimió al sentir las ardientes caricias...
El pelinegro tenía su verga a punto de reventar por la excitación por lo que no esperó más y abrió las piernas de Fabio para enterrar su miembro violentamente
El pelinegro tenía su verga a punto de reventar por la excitación por lo que no esperó más y abrió las piernas de Fabio para enterrar su miembro violentamente... el rubio gritó al sentir su culo invadido por la longitud de Lucio que se adentraba en su interior de una manera cruel...
F: aghghghhhhhhhhhhhhhh
L: esto es lo que necesitabas
L: esto es lo que necesitabas... a un macho dentro de ti...
F: eres un desgraciado...
Lucio comenzó con el bombeo de manera salvaje: este desgraciado te está perforando el culo...
El pelinegro entraba y salía sin piedad del culo de su amante... no había nada de ternura en el acto... solo instintos salvajes y primitivos...
Fabio golpeaba el pecho velludo de Lucio como intentando hacerlo sufrir por la forma en que lo embestía... pero no podía negar que lo complacía y lo llenaba de placer, pues a él también le gustaba el sexo duro...
L: gritas como una perra en celo... así es como estás...
F: aghhhh... eres un maldito salvaje... un estúpido ah ah ah ah...
El pelinegro se divertía mientras empalaba violentamente al más joven...
Fabio ponía los ojos en blanco por el placer y gritaba con más fuerzas: ah ah ah ah ah
Fabio ponía los ojos en blanco por el placer y gritaba con más fuerzas: ah ah ah ah ah... Lucioooooo...
Sin dejar de penetrarlo, Lucio tomó una sábana y metió parte de ella en la boca de Fabio: eres una escandalosa... podrían escucharte y no nos conviene...
Fabio tuvo que gemir mordiendo la sábana y furioso por la acción del macho comenzó a arañarle la espalda para dejarle marcas...
L: aghhh... eres una perrita bastante caliente... voy hacer que no me olvides nunca...
Lucio comenzó a dar estocadas más fuertes y más violentas mientras que Fabio de piernas abiertas recibía las embestidas de ese toro salvaje que lo llenaba de placer y de dolor...
Lucio comenzó a dar estocadas más fuertes y más violentas mientras que Fabio de piernas abiertas recibía las embestidas de ese toro salvaje que lo llenaba de placer y de dolor
En su habitación, Gabriel no dejaba de pensar en la imagen de Damián acostado con Fabio... sentía que su corazón se rompía a pedazos cada que pensaba en ello... en ese momento el barbado rubio entró al cuarto y el castaño se quedó inmóvil al no saber qué hacer...
Damián se acercó a Gabriel y le dijo: tenemos que hablar...
El castaño contestó: sí, yo también quiero hablar contigo...
D: supongo que es sobre lo que pasó ayer...
G: así es... quiero decirte que...
D: si vas a explicarme lo que pasó con Lucio la noche que no estuve no es necesario que lo hagas... sé que mi hermano se aprovechó de la situación y tú no tienes la culpa...
Gabriel se sorprendió al escuchar esas palabras y pensó que en otro momento se hubiera puesto feliz, pero no podía creer en el hombre que una noche antes lo había engañado acostándose con otro
Gabriel se sorprendió al escuchar esas palabras y pensó que en otro momento se hubiera puesto feliz, pero no podía creer en el hombre que una noche antes lo había engañado acostándose con otro...
Damián continuó hablando: quiero decirte que nuestros planes de irnos de esta Hacienda siguen en pie y de mi parte estoy dispuesto a olvidar lo que pasó... solo te pido que no te acerques para nada a mi hermano... quiero que entiendas que para mí es difícil perdonarte lo que pasó...
Gabriel interrumpió el discurso del pelirrubio y preguntó con ironía: ¿perdonarme? ¿tú me vas a perdonar a mí?
D: sí, pues aunque mi hermano se aprovechó, reconoce que tú pecaste de ingenuo... de cualquier forma sé cómo eres y por eso te disculpo...
G: ja... no cabe duda que eres peor de lo que pensaba...
Damián se sorprendió por las palabras del castaño y preguntó: ¿cómo dices?
G: que nunca pensé que fueras un ser tan cínico... cómo puedes decirme que me perdonas cuando tú haces cosas peores y soy yo quien debería perdonarte a ti...
cómo puedes decirme que me perdonas cuando tú haces cosas peores y soy yo quien debería perdonarte a ti
D: no entiendo a qué te refieres...
G: ¿de verdad no lo sabes? por favor Damián, no finjas que tu cinismo ya no funciona conmigo...
Damián se molestó por las palabras de Gabriel y alzó la voz: cuidado con cómo me hablas Gabriel... no estás en posición de ponerte altanero... te exijo que me respetes...
G: ¿respeto? ¿cómo te atreves a pedir respeto? cuando eres tú quien no me respeta a mí... eres un cínico, un hipócrita, un...
El rubio tomó bruscamente de los hombros al joven: te exijo que te calles... no voy a permitir que me insultes...
G: lo que te digo es poco para lo que te mereces...
D: dime por qué estás así...
G: porque eres un mentiroso... un infiel... ya sé que anoche estuviste con Fabio en su cuarto... te acostaste con él... atrévete a negarlo... atrévete...
Damián se sorprendió por la revelación y soltó a Gabriel al tiempo de darle la espalda, pues se sintió avergonzado...
G: ni siquiera puedes verme a los ojos verdad... porque te descubrí... descubrí tu engaño, tus mentiras, tu infidelidad...
El rubio se volteó y preguntó: ¿quién te lo dijo? si fue Fabio...
El rubio se volteó y preguntó: ¿quién te lo dijo? si fue Fabio
G: no me lo contó nadie... yo mismo los vi... ayer estaba muy preocupado porque no regresabas y me dijeron que Fabio te había visto en la cantina y le fui a preguntar por ti a su cuarto y lo que encontré fue algo que desearía olvidar de mi memoria... te vi a ti desnudo junto a él... eres un cerdo Damián, un maldito...
El castaño se lanzó sobre Damián y golpeó el pecho del barbado, pero como siempre este ni siquiera se inmutó...
D: tranquilízate Gabriel... no tiene caso que lo niegue porque tú mismo lo viste... pero en mi defensa puedo decir que estaba muy borracho... no recuerdo exactamente lo que pasó...
G: ¿y eso te justifica?
D: algo similar pasó contigo ¿o no?
G: claro que no... a mí me drogaron... yo no estuve consciente de lo que me hicieron, pero a ti no... tú si actuaste deliberadamente... o ¿acaso también te violaron?
D: ya te dije que te tranquilices Gabriel y sí tienes razón... a mí no me drogaron, pero estaba lleno de ira y de dolor... Fabio llegó y seguramente se me ofreció y...
G: y claro... tú eres hombre y no podías negarte... eres igual que tu hermano... tú y él son exactamente iguales...
D: no... no me compares con Lucio...
G: claro que sí... los dos son iguales... solo que él sí muestra su verdadera cara y tú finges ser algo que no eres...
D: es que no puedes entender que si me acosté con Fabio es porque me decepcionaste...
G: ah qué cómodo no... entonces cada que tú me decepciones yo también puedo ir acostarme con quien sea...
D: no digas tonterías... no es lo mismo...
G: por qué no... porque tú eres un macho y yo un hombre fertilizable...
D: pues sí... tú tienes que cuidarte y guardarte para mí... yo no corro ningún riesgo de quedar embarazado y tú sí... ¿entiendes la diferencia?
G: la única diferencia entre tú y yo es que yo sí soy una persona honesta, con principios, con moral... algo que tú y tu hermano desconocen...
D: mira Gabriel... será mejor que hablemos después porque me estás sacando de quicio...
G: no... terminemos con esto de una vez...
D: ¿terminar? ¿ a qué te refieres?
G: a que quiero separarme de ti... no quiero seguir a tu lado...
Las palabras se clavaron como un puñal en el corazón del león que dijo: ¿estás loco? tú no puedes separarte de mí... te olvidas de Ángel y de ese niño que viene en camino...
G: precisamente por ellos lo hago... no quiero que crezcan al lado de alguien como tú... no quiero que sean unos machos, unos cínicos como tú...
D: tú no puedes hacerme esto Gabriel... no te puedes separar de mí...
G: claro que puedo y lo voy hacer...
D: pues no lo voy a permitir... no te podrás llevar a Ángel... no te voy a dejar que lo lleves...
G: pues si es necesario lo voy a dejar, pero solo será por un tiempo porque voy a luchar por él... moveré cielo, mar y tierra para que la ley me lo dé a mí...
D: se te olvida que soy un Montenegro, la familia más poderosa de Tierra Caliente...
G: tú lo has dicho de Tierra Caliente, pero no del mundo entero y con apoyo de mi madre y de sus amigos voy a luchar por mi hijo y te lo voy a quitar...
D: ya te estás sobrepasando Gabriel... no me obligues a...
G: ¿a qué? ¿vas a pegarme?... hazlo, golpéame... te aseguro que no me quedaré de brazos cruzados...
Damián vio la determinación de Gabriel y por un momento recordó a ese chico rebelde que había conocido... a esa fierecilla salvaje que él quería dominar y que hoy nuevamente se rebelaba ante él mostrándose como un hombre herido dispuesto a pelear por sus hijos...
D: será mejor que me vaya ahora... no quiero perder los estribos...
G: vete... pero ya te lo dije... quiero que nos separemos...
D: eso no va suceder...
G: pues entonces me iré...
Damián miró a Gabriel de manera desafiante: inténtalo y ya verás de lo que soy capaz...
El castaño sintió temor ante la mirada del león, pero no se lo demostró... Damián azotó la puerta y se retiró furioso sin darse cuenta que Juan y Tadeo estaban en el pasillo, pues los gritos de ambos llegaron hasta sus oídos...
Entre tanto, en la recámara de Fabio, este aún se encontraba desnudo en la cama luego que Lucio se desfogó con él... el pelinegro se abrochaba el pantalón mientras se ponía la camisa...
el pelinegro se abrochaba el pantalón mientras se ponía la camisa
L: necesitaba esto y tú me serviste muy bien...
F: esta es la última vez que me tocas sin mi permiso...
L: por favor Fabio no te hagas el que no te gustó... tus gemidos hablaban por ti...
Fabio no respondió y vio cómo Lucio sacó un papel de su pantalón arrojándolo a su cama...
F: ¿qué es esto?
L: es un cheque... es tu pago por tus servicios...
F: ¿qué quieres decir?
L: que quiero que ahora mismo tomes tus cosas y te largues de esta Hacienda y de Tierra Caliente...
F: ¿cómo?
L: lo que oíste... agarra tus tiliches y lárgate hoy mismo...
F: pero por qué... no puedes pedirme eso... además esta no es la cantidad que acordamos... es mucho menos...
L: es lo que te mereces... acordamos que enredarías a mi hermano y ni siquiera pudiste acostarte con él... fracasaste en todo Fabio...
F: pero...
L: ya te dije quiero que te largues hoy mismo... ya no me sirves para nada... lárgate y sin decirle adiós a nadie... porque si lo haces te juro que te arrepentirás hasta de haber nacido... ya sabes que conmigo no se juega...
Fabio no contestó nada, pues a pesar de todo ese hombre lo atemorizaba...
Lucio se dirigió a la puerta del cuarto y antes de salir dijo: si quieres déjame tu número... puede ser que después te llame... claro sería solo para contratarte como puta... eso es para lo único que sirves...
Sonriendo cínicamente, Lucio salió de la habitación dejando a Fabio temblando de coraje al ser humillado y sentirse usado por ese perverso hombre...
Lucio bajó las escaleras y cuando menos se lo esperaba apareció Damián que le dio un fuerte golpe en el rostro provocando que este casi se cayera...
L: oye ¿qué te pasa imbécil? ¿por qué me pegas?
D: es lo menos que te mereces por lo que le hiciste a Gabriel... eres un hijo de puta...
eres un hijo de puta
L: ahhhh claro... ya él te convenció de que lo que pasó fue mi culpa... y tú le creíste... como tiene métodos muy efectivos para convencerte...
Damián tomó fuertemente de la camisa a Lucio y con los ojos llenos de furia habló: Gabriel no me ha dicho nada, pero estoy seguro que fuiste tú quien armó todo este circo porque no soportas que él y yo seamos felices... te duele que él me ame a mí...
Lucio empujó a su hermano y contestó: no digas pendejadas... eso no es verdad... y reconozco que lo que hice estuvo mal, pero pues a quien le dan pan que llore... Gabriel se emborrachó y se me ofreció y...
Damián lanzó otro golpe, pero esta vez Lucio reaccionó y logró casi esquivarlo, por lo que el puño del rubio sólo lo rozó...
L: esta es la última que te paso hermanito... si vuelves a intentar golpearme te voy a responder como hombre...
D: hazlo, eso es lo que quiero... pelea conmigo como un hombre... pero no vas a seguir ensuciando la reputación de Gabriel...
En ese momento, Tadeo se percató de lo que estaba pasando y bajó rápidamente las escaleras para ayudar a su padre...
T: ¿qué pasa papá? ¿por qué pelean?
D: no te metas en esto Tadeo... esto es entre Lucio y yo...
L: mira Damián, no te voy a responder porque sé que yo tengo culpa... sea como sea no debí haberme metido con tu pareja... solo por eso vamos a dejarla hasta aquí...
D: jummm... no tienes los pantalones para enfrentarme, pero una cosa te digo... de nada te sirvió tus artimañas... me voy a ir cuanto antes de esta Hacienda y me voy a llevar a Gabriel y mis hijos...
L: tú no puedes hacer eso... recuerda que Gabriel está embarazado y ese hijo puede ser mío y...
Con la cara transformada por la rabia, Damián vociferó: el hijo que Gabriel espera es mío y más te vale que nos dejes en paz o te juro que te vas arrepentir Lucio... déjanos en paz...
El rubio no dijo más y salió de la casa hecho una furia... Tadeo pensó que lo mejor era que su padre estuviera solo por un rato, por lo que subió a las habitaciones mientras Lucio golpeó a la pared lleno de rabia, pero sonrió, pues la guerra aún no se terminaba y él iba a ganar...
En su cuarto, Juan intentaba tranquilizar a Gabriel...
J: tranquilo amigo... no te pongas así... en tu estado no es conveniente...
G: es que Damián está loco, yo ya no sé qué hacer... quiero irme... te juro que quisiera tomar mis cosas y largarme ahora mismo... ya no soporto estar aquí...
J: por favor Gabriel, piensa en Ángel y en ese niño que esperas...
En ese momento, Tadeo entró en la habitación...
J: ¿qué pasó Tadeo? ¿por qué peleaban don Damián y don Lucio?
T: pues porque Lucio insiste en molestar con eso de que el hijo que espera Gabriel posiblemente sea de él y mi papá asegura que se van a ir juntos de esta Hacienda lo antes posible...
G: los dos están locos... el que se va ir de aquí soy yo, pero lo haré solo... no quiero saber nada de Lucio ni de Damián...
T: Gabriel yo sé que no debo meterme en tu relación con mi papá... pero debes comprender que si él te ofendió ayer fue porque le dolió mucho el pensar que lo habías traicionado, pero ya entendió que no... que tú no tuviste ninguna culpa... creo que estás siendo demasiado duro con él...
G: no es solo por eso Tadeo... hay algo más... algo que no puedo perdonarle...
T: ¿qué cosa? dímela por favor...
G: me da mucha pena decírtelo... pero lo voy hacer... Damián me fue infiel con Fabio... anoche lo encontré en la cama con él...
Juan y Tadeo se sorprendieron ante esa revelación quedándose mudos sin saber qué decir...
G: eso yo no puedo perdonarlo... entiendo que estaba molesto y ofendido... incluso entiendo que se haya emborrachado... pero que haya buscado el mínimo pretexto para acostarse con otro y peor aún con alguien de esta misma casa y bajo el mismo techo donde vivimos su hijo y yo... no, eso no puedo perdonarlo...
T: Gabriel... yo no sé qué decir...
G: no digas nada... solo quiero que entiendas el porqué soy tan duro con Damián... porque él me decepcionó como jamás pensé que lo haría... le he perdonado todo... pero ya no puedo seguir haciéndolo... por eso quiero irme de aquí... quisiera desaparecer...
Juan abrazó a Gabriel que lloraba desconsoladamente mientras que Tadeo únicamente agachó la cabeza... Fuera del cuarto, Lucio escuchó todo y sonrió maliciosamente...
La tarde cayó en Tierra Caliente y el sol empezaba a ocultarse cuando Gabriel le pidió a Juan que se quedara cuidando a Ángel...
J: ¿a dónde vas Gabriel?
G: voy a recoger los resultados de los análisis que me hice... por fin voy a saber de quién es el hijo que estoy esperando...
J: y ¿por qué vas tú? mejor manda a alguien...
G: no... prefiero salir de aquí... necesito despejarme porque siento que me ahogo...
J: como quieras, pero Gabriel, por favor sea cual sea el resultado no vayas hacer ninguna locura...
G: no te preocupes Juan... he pasado por cosas más duras... y ya sé que este niño no tiene culpa de nada, por eso lo voy a tener y lo voy amar tanto como amo a Ángel... ellos serán mi fuerza para seguir adelante... pero será lejos de aquí... porque te aseguro que esta vez sí voy a cumplir mi promesa de irme...
J: haz lo que sea mejor para ti amigo...
Gabriel observó a Juan y mirándolo fijamente le dijo: muchas gracias Juan... gracias por ser mi amigo... sin ti hubiera sido el doble de difícil estar aquí...
J: suenas como si te estuvieras despidiendo...
G: ja... es solo que quiero que sepas que te quiero mucho... más que un amigo te considero el hermano que nunca tuve...
Con lágrimas en los ojos, Gabriel y Juan se abrazaron como si fuera la última vez que lo hacían...
Gabriel salió de la Hacienda y se dirigió al laboratorio sin saber que alguien lo observaba y lo seguía...
recogió los resultados del laboratorio y pensó en abrirlos de una vez, pero tenía miedo de conocer la verdad, por lo que decidió hacerlo en compañía del padre Abraham, por lo que se dirigió a la Iglesia
...recogió los resultados del laboratorio y pensó en abrirlos de una vez, pero tenía miedo de conocer la verdad, por lo que decidió hacerlo en compañía del padre Abraham, por lo que se dirigió a la Iglesia... era ya de noche y las calles lucían solitarias... el castaño continuaba su camino cuando de pronto sintió que alguien le tapaba la boca con un pañuelo que tenía cloroformo... Gabriel intentó gritar, pero no pudo y fue arrastrado a una camioneta... sin querer soltó el sobre con los análisis que quedaron tirados en la banqueta...
Mientras tanto en la cantina del pueblo, Damián nuevamente bebía solo en una mesa... al lugar llegó Tadeo y luego de ubicar a su padre se acercó...
T: otra vez aquí papá...
D: siéntate conmigo Tadeo
D: siéntate conmigo Tadeo... tómate una copa...
T: no papá... yo no bebo y creo que tampoco tú deberías seguir haciéndolo...
D: solo el alcohol me hace olvidar los problemas...
T: y de verdad crees que eso te ayuda... por el contrario el alcohol te mete en más problemas... mira cómo terminaste ayer... en la cama de ese tal Fabio...
D: ja... supongo que Gabriel te lo dijo...
T: sí y no sabes lo mal que me sentí... yo que te estaba defendiendo y cuando supe eso no supe ni qué decir... cómo pudiste hacerle eso...
D: mira... ya con los reclamos de Gabriel tengo suficiente... si él te mandó a regañarme mejor vete por donde viniste...
Damián iba a continuar bebiendo cuando Tadeo agarró la botella de tequila y la arrojó a la pared rompiéndola...
El barbado se puso de pie furioso: ¿qué diablos te pasa? ¿estás loco o qué?
T: no estoy loco... es solo que ya estoy harto de que te portes como un cobarde...
D: mide tus palabras Tadeo... acuérdate de quien soy...
T: y quién eres papá... un hombre que no hace frente a sus problemas y corre a emborracharse para evadirlos... para terminar cagándola cada vez más... porque no le haces frente a los problemas... por qué no vas y le dices a Gabriel que lo amas... por qué no le haces sentir seguro... por qué no lo abrazas convenciéndolo de que no se vaya... por qué papá... ¿acaso piensas dejar ir a Gabriel como lo hiciste con mi mamá?... ¿vas a perderlo a él también solo por tener el valor de detenerlo?
Damián no supo qué responder y entendió que su hijo le decía la verdad... hasta ahora siempre había actuado cobardemente... el barbado no dijo más, sacó de su billetera dinero para pagar la cuenta y salió de la cantina...
Tadeo fue detrás de él: ¿a dónde vas ahora?
D: a la Hacienda... tú tienes razón... voy a decirle a Gabriel lo que realmente siento... voy hacerle entender que pase lo que pase... yo lo amo y no voy a permitir que se aleje de mi lado...
Damián subió a su camioneta y Tadeo sonrió por hacer entrar en razón a su padre...
Momentos después, Damián llegó a la Hacienda y entró al cuarto de Gabriel, pero solo encontró a Juan con Ángel...
D: ¿y Gabriel dónde está?
J: fue al laboratorio a buscar los resultados de los análisis que se hizo...
D: ¿cuánto tiempo tiene que se fue?
J: pues ya hace mucho... creo que como 4 horas...
D: ¿qué? y ¿todavía no regresa?
J: pues no... quizás fue a otro lado...
D: voy a ir a buscarlo...
Damián bajó presuroso las escaleras y cuando estaba por salir una sirvienta lo detuvo diciéndole que habían dejado una carta para él...
D: ¿una carta para mí? ¿quién te la dio?
Sirvienta: un niño me la entregó... me dijo que se la dio un joven en la terminal de autobuses...
D: ¿qué?
El rubio abrió el sobre y con el corazón latiéndole muy fuerte leyó la misiva...
"Damián... lo que pasó entre nosotros me hizo darme cuenta que tú yo no podemos estar juntos... me dolió mucho el saber que habías estado con otro y no creo poder perdonarte... estoy muy confundido y necesito pensar, pero lejos de este lugar en el que siento que me asfixio... me voy por un tiempo para pensar... sé que Ángel estará bien contigo, por favor cuídalo mucho... y no me busques, necesito pensar qué haré con mi vida... si en verdad me amas, por favor no me busques.... Atentamente: Gabriel"
Damián no daba crédito a lo que leía y solo pudo arrugar la carta mientras golpeaba furioso la pared... Tadeo llegó en ese momento y preguntó a su padre que sucedía...
Luego de leer la carta, Tadeo tampoco creía lo que pasaba: es que esto no puede ser... Gabriel no pudo escribirlo...
D: sí lo hizo... conozco su letra y sé que él escribió esa carta... Gabriel se fue sin importarle ni su hijo ni yo...
Damián subió las escaleras, dejando a Tadeo impactado por lo que estaba ocurriendo...
Mientras tanto en la casa de los Montenegro que está a las afueras del pueblo, Lucio reía ampliamente dentro de una de las habitaciones... en la cama se revolvía Gabriel estando atado de manos y pies...
L: jajajajajaja... desearía ver la cara de mi estúpido hermano al leer la carta que le escribiste, jajajajaja
G: eres un desgraciado Lucio... por qué no me dejas en paz...
L: nunca Gabriel... tú vas a ser mío, quieras o no...
G: no te saldrás con la tuya... Damián va a buscarme y me va a encontrar... después de todo ya una vez me trajiste aquí y conoce este lugar...
L: esta vez es diferente Gabriel... esta vez él cree que tú de verdad te fuiste... no tiene por qué dudar de esa carta cuando tú mismo la escribiste ¿o no?
G: la escribí porque tú me obligaste maldito...
Lucio se acercó a Gabriel y lo tomó de la quijada para decirle: sea como sea
Lucio se acercó a Gabriel y lo tomó de la quijada para decirle: sea como sea... esta vez nadie te va a rescatar... esta vez vas a ser mío definitivamente...
El castaño se soltó del pelinegro y dijo: nunca... aunque tengas mi cuerpo... nunca seré tuyo completamente...
L: eso ya lo veremos... te voy a obligar a amarme Gabriel... te lo juro... pero por ahora me conformo con tu cuerpo...
Lucio comenzó a besar el rostro de Gabriel y este pataleaba inútilmente...
L: según tú no te acuerdas nada de lo que pasó la otra noche porque estabas drogado, pero ahora estás despierto y consciente... voy hacer que me recuerdes siempre...
Lucio besaba a Gabriel y comenzó a tocarlo grotescamente...
G: nooooo, por favor... no lo hagas... noooo... ayudaaaaaa.... DAMIÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁÁNNNNNNNNNNNNNN

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