Extra 2.- Antojos de medianoche


Era cerca de la una de la madrugada cuando Gabriel se revolvía en su cama sin poder dormir... el castaño contaba con cinco meses de su tercer embarazo y su inquietud no pasó desapercibida para Damián, que dormía a su lado...
D: ¿qué pasa Gabriel? ¿te sientes mal?
G: no... es sólo que no puedo dormir...
D: quieres que baje por un té para que te tranquilices...
G: es que no estoy intranquilo... lo que tengo es un antojo...
D: ¿antojo? ¿de qué?
G: no, olvídalo... es imposible que lo consigas a esta hora...
D: vamos... dímelo porque si no lo haces no podrás dormir en toda la noche y a mí tampoco me dejarás hacerlo...
Cambiando de humor, Gabriel contestó molesto: pues si quieres me voy a dormir a otro cuarto para no molestarte...
Damián se acercó y besó la mejilla de su esposo: no te pongas así chiquito... lo que quise decir es que quiero que duermas tranquilo... no quiero que mi próximo hijo salga con cara de eso que tienes antojo...
no quiero que mi próximo hijo salga con cara de eso que tienes antojo
El castaño sonrió al sentirse mimado: está bien, te perdono... pues... tengo antojo de un pastel de chocolate...
D: ¿qué? pero dónde voy a conseguir un pastel a esta hora...
Con tono molesto y cruzando los brazos, Gabriel dijo: ¿ves? te dije que no ibas a poder conseguirlo...
D: pues es que sí está difícil...
G: no tanto... el nuevo supermercado está abierto las 24 horas y ahí venden postres...
D: pero eso queda hasta el centro del pueblo... no pretenderás que vaya a esta hora...
G: por supuesto que no... ya déjalo... voy a intentar dormirme...
Gabriel se acostó tapándose con la colcha de los pies a la cabeza como haciendo un berrinche
Gabriel se acostó tapándose con la colcha de los pies a la cabeza como haciendo un berrinche... Damián intentó no hacer caso, pero ahora era él quien no podía dormir al pensar que su lindo esposo se quedaría con el antojo...
El rubio descubrió a Gabriel y abrazándolo de cucharita le dijo al oído: está bien... voy a irte a comprar ese pastel... sólo hago estas cosas por ti...
Damián mordió la oreja del castaño y este le correspondió con un beso en los labios: gracias mi amor...
El barbado bajó las escaleras y cuando iba salir de la casa se topó con Tadeo que iba de llegada con una bolsa en la mano
El barbado bajó las escaleras y cuando iba salir de la casa se topó con Tadeo que iba de llegada con una bolsa en la mano...
D: hijo ¿pero de dónde vienes?
T: del súper papá... Juan tenía antojo de un pay de queso y pues... fui a comprarlo...
D: jummm... pues parece que nuestros esposos andan muy antojadizos...
T: ¿por qué lo dices?
D: porque yo también voy al súper... Gabriel quiere un pastel de chocolate...
T: rayos... si por lo menos se les antojara lo mismo podrían compartir...
D: bueno, ya me voy, que quiero regresar a dormir...
Media hora después, Damián estaba de vuelta con el pastel y Gabriel lo esperaba sentado en la cama...
D: ya regresé... sólo que únicamente encontré una rebanada de pastel de chocolate...
G: pues eso es suficiente... ¿me ves tan gordo que crees que voy a comerme un pastel entero?
D: no, mi amor... no quise decir eso... tú no has engordado nada...
G: no comiences a mentir Damián, que no sabes hacerlo... mejor dame el pastel de una vez...
El castaño tomó la rebanada de pastel y luego de probar una cucharadita dijo: mmmm... está delicioso, pero ya es suficiente...
D: ¿qué? ¿sólo eso vas a comer?
G: sí... no quiero comer de más porque ya es muy noche y me puede hacer daño...
D: pero me levantaste e hiciste ir al pueblo solo ¿por una cucharada?
G: ay ya Damián, relájate... si quieres cómete el resto tú... hasta mañana mi amor, te amo...
Gabriel besó en los labios a Damián y se acostó a dormir...
el rubio tomó el pastel y comenzó a comerlo de muy mal humor y pensando: juro que no vuelvo a ir por ningún pastel a esta hora
...el rubio tomó el pastel y comenzó a comerlo de muy mal humor y pensando: juro que no vuelvo a ir por ningún pastel a esta hora...
Dos días después, a las 12 y media de la noche, Damián encendía su camioneta para ir al supermercado esta vez por un pastel de fresa... Tadeo salió corriendo para alcanzar a su padre...
T: papá espera... espera por favor...
D: ¿qué pasa hijo?
T: ¿vas al súper verdad?
D: sí... no me digas que tú también...
T: sí... a Juan se le antojó un flan que sólo venden ahí...
D: pues súbete y vamos... parece que a nuestros chicos se les ha dado por no dejarnos dormir...
Ese domingo al mediodía, Gabriel y Juan platicaban en la sala de la casa... Juan ya tenía seis meses de su primer embarazo...
G: y ¿dónde está Tadeo?
J: durmiendo...
G: jummm, pues parece que heredó lo dormilón de su padre... Damián también está descansando...
J: no lo critiques... el pobre de Tadeo ha estado saliendo casi todas las noches por mis antojos que me dan y él va a comprarlos hasta el súper...
G: ¿en serio? a mí también me ha pasado lo mismo...
J: pues con razón, don Damián está igual de desvelado, jajaja...
G: pues qué bueno, se lo merece... él tiene la culpa de que yo esté otra vez de encargo...
J: oye no crees que somos demasiado injustos con ellos...
G: 'mmm, pues creo que tienes razón... oye y si nos ponemos de acuerdo y se nos antoja lo mismo a los dos esta noche...
J: pues podría ser... ¿qué se te antoja a ti?
G: mmm... ya sé... qué tal un pastel de zanahoria...
Y después de la medianoche, Damián y Tadeo se encontraban bajando las escaleras de la casa...
D: no me digas... Juan tiene antojos otra vez...
T: sí y supongo que Gabriel también...
D: así es... ahora quiere un pastel de zanahoria...
T: Juan también...
D: hijo, se me ocurre algo... en vez de ir los dos que sólo vaya uno de nosotros y mañana le toque al otro... así no nos desvelamos tanto... ¿qué te parece?
T: me gusta la idea, pero quién va ir hoy...
D: lo decidamos con un volado... aquí tengo una moneda...
Y así Damián y Tadeo pudieron dormir un poco más durante lo que restaba del embarazo de sus respectivos esposos...
Y así Damián y Tadeo pudieron dormir un poco más durante lo que restaba del embarazo de sus respectivos esposos

No hay comentarios:

Publicar un comentario