20.- Amar en cuerpo y alma


Era más de medianoche en Tierra Caliente... Damián besó nuevamente a Gabriel, mientras lo acostaba en la cama cayendo sobre él... sus manos comenzaron a recorrer el cuerpo del castaño, quien al sentir el calor del cuerpo de su hombre aceptó las caricias y abrió sus piernas, permitiendo que el barbado se metiera entre ellas.
Los besos y las caricias se volvieron más apasionadas y la ropa empezó a estorbarles... rápidamente, el rubio se despojó de su camisa y desvistió al más joven dejándolo sólo en ropa interior.
El barbado se relamió los labios ante la imagen que tenía frente a sus ojos... Gabriel parecía un ángel ardiente que se estaba dejando consumir por el fuego de la pasión que el rubio le provocaba.
Gabriel parecía un ángel ardiente que se estaba dejando consumir por el fuego de la pasión que él le provocaba

Damián comenzó a besar el cuello del castaño y fue bajando lentamente hasta llegar a las tetillas del chico... las mordió y las saboreó... Gabriel dio un pequeño gemido ante el contacto... al sentir que sus tetillas se erectaban, el rubio continuó mordiéndolas... después siguió su descenso... nuevamente, Gabriel fue recostado y sin esperar más, Damián le quitó el bóxer dejándolo completamente desnudo.
El chico se ruborizó al ver que Damián lo veía con una mirada cargada de lujuria.
G: Damián, yo...
D: shhhhhh... no digas nada mi amor... ahora te toca disfrutar...
Damián se metió entre las piernas del más joven y tras besarle el estómago comenzó a engullir el miembro de su amado.
Gabriel gimió al sentir que su miembro era introducido en la boca del mayor que comenzaba a saborear el placer de hacerle sexo oral... el chico sentía revolotear algo en su interior, era la excitación de conocer nuevas sensaciones y placeres.
G: ooohhhhhh, Damián ¿qué haces?
El rubio no respondió y continuó chupando el miembro del castaño que ya estaba erecto por el placer que recibía

El rubio no respondió y continuó chupando el miembro del castaño que ya estaba erecto por el placer que recibía... Damián disfrutaba ver los gestos de Gabriel, cómo se retorcía en la cama y cómo se aferraba a las sábanas para no gritar por las sensaciones que electrizaban todo su cuerpo.
Damián liberó el pene de Gabriel y le dijo: sabes delicioso...
Al chico le costaba respirar por la excitación... el rubio le dijo: amor... abre más tus piernas...
Rojo como un tomate, Gabriel obedeció... Damián elevó las nalgas del menor para separarlas y centrarse en su agujero...
D: estás muy cerrado... voy a prepararte primero para que no sufras...
El rubio chupó el dedo medio de su mano derecha para después introducirlo en el culo de Gabriel... el joven gimió al sentir la intromisión e intentó detenerlo.
D: tranquilo, es necesario para dilatarte... no quiero que te duela cuando entre en ti...
Gabriel mordió la sábana mientras sentía que el barbado metía y sacaba su dedo, después metió un segundo y en forma de tijeras intentaba ampliar su entrada.
Damián sacó sus dedos y acercando su rostro al agujero de Gabriel comenzó con un beso negro que erizó la piel del más joven.
G: ahhhhh Damián... ahhhh...
El rubio disfrutaba los gemidos del chico e introducía su lengua en aquel estrecho orificio que poco a poco se dilataba y vibraba ampliándose para recibir algo más grande.
La verga de Damián seguía atrapada en sus pantalones y este sentía que le dolía por la excitación... sin aguantar más, el barbado dejó el beso negro, se puso de pie y se quitó los pantalones, de inmediato se quitó la trusa liberando a su enorme miembro que ya estaba más que erecto.
Gabriel vio nuevamente desnudo al padre de su hijo y volvió a sentir temor al observar el pene del hombre... eso había estado dentro suyo y lo había lastimado demasiado... tenía miedo del dolor.
Damián deseaba poseer de una sola estocada al chico, pero al verlo temblar, desistió de la idea y conteniéndose le dijo: levántate, ven conmigo...
G: ¿cómo?
Damián lo tomó de la mano y repitió: ven conmigo...
Dejándose llevar, Damián sacó de la cama a Gabriel... llegó a una silla y el rubio se sentó, su miembro erecto quedo viendo hacia arriba... Gabriel lo miraba asombrado.
D: siéntate en mí...
G: ¿qué?
D: así te dolerá menos... tú podrás manejar la penetración... te sentarás poco a poco hasta que te hayas ensartado completamente...
G: Damián yo no sé...
D: sólo tienes que sentarte... vamos ya... que no aguanto más...
El rubio jaló al castaño y lo posicionó frente a sí.
D: súbete en cuclillas...
Gabriel sumisamente obedeció... sonrojado y muy avergonzado veía a Damián.
D: ábrete las nalgas y siéntate poco a poco...
El castaño dudó: me va a doler...
D: sólo al principio... no te preocupes, tu culo ya tiene mi horma, sólo es cuestión de abrirlo nuevamente...

no te preocupes, tu culo ya tiene mi horma, sólo es cuestión de abrirlo nuevamente

Gabriel sentía el fuego de Damián y cerró los ojos para irse sentando lentamente.
D: abre los ojos, quiero que me mires mientras te clavas tú mismo...
Gabriel hizo caso y comenzó a sentarse... al sentir la punta de la verga de Damián en la entrada de su agujero dudó, pero Damián elevó su pelvis para puntearlo y obligarlo a descender.
Con una mueca de dolor, Gabriel comenzó a introducirse la cabeza de la verga... su ano oponía resistencia, pues aunque los anillos ya habían sido abiertos seguían igual de resistentes.
su ano oponía resistencia, pues aunque los anillos ya habían sido abiertos seguían igual de resistentes

D: tú puedes... hazlo mi amor... necesito estar dentro de ti...
Gabriel se esforzó y logró que la cabeza entrara en su orificio... lágrimas comenzaron a salir por sus ojos... el dolor era fuerte.
D: bien hecho mi amor... sigue bajando... sigue...
Conteniendo sus gemidos, el castaño continuó sentándose, pero la verga era demasiado gruesa y sentía que no lograría entrar completamente... el tronco era demasiado para su estrecha entrada.
G: aghhhh.... no puedo más...
D: vamos... ya está dentro la mitad... sólo un poco más...
G: me duele mucho... no puedo más...
D: ya una vez estuve totalmente dentro... sólo baja un poco más... hazlo mi amor...
Llorando, Gabriel continuó su descenso sintiendo como la verga llegaba muy profundo dentro de sí

Llorando, Gabriel continuó su descenso sintiendo que la verga del macho llegaba muy profundo dentro de sí... se sentía invadido y no sentía el final de esa longitud.
D: ah ah ya casi... ya casi ah ah ah...
G: no puedo más... ya no aghhhh...
Damián entendió que el chico no descendería más por lo que sin contenerse, él elevó su pelvis y terminó de ensartar a su chico metiéndole el resto de su miembro hasta que sus huevos chocaron con las nalgas.
Gabriel sintió la clavada y gritó: aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...
El joven intentó levantarse pero el rubio se lo impidió abrazándolo fuertemente: tranquilo chiquito, tranquilo...
Sollozando, Gabriel dijo: me duele, por favor, déjame Damián... me duele...
El barbado comenzó a besar apasionadamente a Gabriel: ya va pasar... ahora sólo disfrutarás... siente mi calor, mi pasión y mis ganas... siénteme dentro de ti mi amor...
El barbado comenzó a besar apasionadamente a Gabriel: ya va pasar

Los besos y palabras de Damián excitaron más a Gabriel provocando que el culo se adaptara a la invasión y el dolor comenzó a disminuir.
El rubio esperó unos minutos y al notar que el castaño ya no se quejaba comenzó a mover su cuerpo para iniciar con el mete y saca.
El rubio esperó unos minutos y al notar que el castaño ya no se quejaba comenzó a mover su cuerpo para iniciar con el mete y saca

Gabriel reaccionó al sentir el movimiento y quejándose dijo: Damián, por favor...
Con voz excitada y sin detener su movimiento, el barbado susurró: eres mío Gabriel, sólo mío...

G: aghhhhhhhhhhhh...
El joven se aferró a la espalda del barbado mientras sentía como si fuera a partirse en dos.
D: no sabes cuánto deseaba esto... tenerte así... que tú te entregaras a mí...
G: ohhhh, Damián... Damián...

D: sí... di mi nombre, me excita escucharlo en tus labios... soy tu dueño, tu dueño...
La verga de Damián salía medianamente del culo de Gabriel sólo para ensartarla una y otra vez... la escena era demasiado excitante... en una silla de esa habitación, el pequeño cuerpo de Gabriel era sometido por el fornido macho que lo poseía sin darle tregua.

G: aghhhhhh Damiááááááánnnnn...
D: me encantas... me vuelves loco...
El león besaba el hombro del chico sin dejar de penetrarlo una y otra vez



El león besaba el hombro del chico sin dejar de penetrarlo una y otra vez... el castaño sentía que se iba a desmayar por el placer que recibía... en eso sintió que el barbado lo tomó por la cintura y sin dejar de clavarlo se puso de pie... al sentirse elevado por los aires, Gabriel sintió que se caería.




D: aférrate a mí, amor... no voy a dejar que te pase nada...
El chico se amarró al cuello de su macho y este continúo con el mete y saca provocando que sus huevos golpearan fuertemente las nalgas del más joven.
G: agggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...

D: estás tan apretado y caliente... me das mucho placer...
Gabriel sentía desmayarse del placer mientras era penetrado y elevado por los aires.




El castaño sentía que era uno con Damián, que su cuerpo era una extensión del de ese hombre que lo manejaba a su antojo.

sentía que era uno con Damián, que su cuerpo era una extensión del de ese hombre que lo manejaba a su antojo

El rubio caminó sin dejar de poseer a su chico y cuando llegaron a la cama, lo arrojó salvajemente.


Gabriel sintió que algo le faltaba al no sentir en su culo la verga de su macho... el león se relamió al ver la entrada de Gabriel enrojecida y ampliada.
Damián no esperó más y se lanzó sobre el castaño penetrándolo de golpe y chocando sus huevos con las nalgas de Gabriel, que gimió lleno de placer: ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh...
El barbado entraba y salía del joven que gemía con los ojos en blanco al ser presa de tanto placer recorriendo su cuerpo.
D: dime que eres mío Gabriel... di mi nombre y di que eres mío, sólo mío...
Haciendo un esfuerzo para pronunciar palabras, el chico obedeció: ohhhh Damián... soy tuyo...
Acelerando sus embestidas, Damián dijo: sí eres sólo mío y nunca nadie podrá tocarte que no sea yo, tu único marido, el único...
El rubio mordió a Gabriel en su cuello dejándolo marcado y reclamándolo como suyo.
El más joven se aferraba a las sábanas y al sentir la mordida de Damián, así como sus huevos chocando con sus nalgas, entendió que a partir de ese momento su vida y su corazón le pertenecían a ese hombre... con lágrimas en los ojos, se entregaba al placer carnal y reconocía al rubio como el hombre al que amaría toda su vida.
Gimiendo Gabriel pensó: perdóname Dios mío, perdóname...
En ese momento, el castaño eyaculó manchando el abdomen marcado de su marido y el suyo propio

En ese momento, el castaño eyaculó manchando el abdomen marcado de su marido y el suyo propio.

Damián sonrió al ver el rostro del chico y su excitación creció por lo que aceleró aún más sus embestidas.
El pobre Gabriel se mordía los labios al sentir que sus piernas eran puestas en los hombros del macho, quien lo penetraba con tanta fuerza.
D: voy a correrme, pero si lo hago dentro de ti voy a volver a preñarte...
Gabriel abrió más sus ojos al escuchar eso, él no quería embarazarse tan pronto, pues Ángel aún era muy pequeño, pero no tenía fuerzas ni para decirle a Damián que no se corriera dentro de él.
Sin palabras, el rubio entendió a su joven pareja y suavizando sus embestidas le susurró: no te preocupes, no te voy a preñar... eso será después porque quiero muchos cachorros, pero llegarán poco a poco...
Gabriel asintió levemente y Damián dio cinco últimas estocadas al culo de su chico... después salió bruscamente y sin poder aguantar más empezó a eyacular... los chorros de leche caliente cayeron sobre el cuerpo del castaño, marcando una vez más al joven.

Damián resoplaba como un león que se desfoga en su hembra... con los ojos cerrados, gruñía al eyacular fuertemente y cuando terminó de sacar leche... abrió los ojos y vio a Gabriel bañado de sus fluidos y con sudor... la imagen era tan excitante, pues era un ángel caído en las llamas del placer del sexo.
Bruscamente, Damián se dejó caer en la cama y atrajo a Damián hacia él abrazándolo posesivamente.
Gabriel se quejó, pues sentía su cuerpo adolorido... al notar esto, el rubio empezó a darle besos suaves en su cabeza y lo acarició tiernamente.
D: perdóname si fui muy violento, pero no pude contenerme... te deseaba demasiado y tenía tanto sin desfogarme que quizás me sobrepasé...
Gabriel no respondió.
D: te prometo que voy hacerte la persona más feliz de la vida, voy a luchar por cada día ser mejor... hoy me demostraste que me amas y voy a corresponderte a ese amor, no te voy a fallar...
Gabriel comenzó a llorar al escuchar esas palabras.
Damián lo vio y le preguntó: qué pasa mi amor... ¿tanto te duele?
G: no lloro de dolor, sino... no sé por qué lloro...
D: ¿te arrepientes de haberte entregado a mí?
G: no, si lo hice, es porque yo también lo deseaba... es sólo que siento que traicione mis ideales de toda la vida...
Damián sonrió y acarició el cabello de su chico: no te sientas mal mi amor... si disfrutaste hacerlo conmigo es porque eres un ser humano y estás vivo... por tu sangre corre la pasión y eso no debe de atormentarte.... ahora tú ya no eres parte de la comunidad religiosa... has decidido ser una esposa para mí y una madre para Ángel y eso también es algo muy noble...
G: lo sé... eso me dijo el padre Abraham... que hay muchas formas de servir a Dios y yo lo haré desde esta casa, siendo una buena madre para Ángel y... y también complaciéndote a ti...
Damián sonrió: hoy me has complacido muy bien...
El rubio besó los labios de su chico y dijo: hay una cosa más que quiero decirte...
G: ¿qué?
D: perdóname...
G: ¿por qué?
D: por haber abusado de ti aquella vez en la cabaña... tú no merecías perder tu inocencia de esa forma tan violenta... tú debías perder tu virginidad entregándote al amor así como esta noche...
G: por favor, no hablemos de eso...
D: sí, tenemos que hacerlo... yo no quiero que me guardes ningún resentimiento y sé que ese recuerdo aún te lastima... tú hubieras deseado concebir a un hijo por gusto y no como concebiste a Ángel...
G: lo importante es que Ángel es nuestro hijo y lo amo...
D: quiero decirte que aunque quizás de tu parte no había amor... yo sí te hice el amor esa noche... aunque fui violento y se considera una violación...yo ya te amaba sin darme cuenta... por eso no podía dejarte ir... si lo hubiera hecho hoy no estarías aquí... sé que fui egoísta, pero yo no podía dejar marcharte y por eso hice lo que hice... aunque no me arrepiento del todo, quisiera que no me guardes rencor... te amo Gabriel y no quiero que guardes algo en mi contra...
Gabriel se recostó en el amplio y velludo pecho de su marido y sólo dijo: yo también te amo Damián... te amo y te perdono...
El castaño cerró sus ojos y cansado se durmió en los brazos del león que satisfecho de esa noche también se rindió a Morfeo...
Era aún de madrugada cuando Gabriel abrió los ojos y se dio cuenta que el cielo seguía oscuro... vio a su lado a Damián que dormía plácidamente y sonrió... al intentarse mover sintió dolor en su trasero, por lo que lo tocó y notó que estaba manchado de fluidos, no sólo su culo sino todo su cuerpo.
Silenciosamente, el castaño se levantó y casi se cae... sentía sus piernas muy abiertas, por lo que con dificultad fue al baño y al reflejarse en el espejo vio su cuerpo lleno de marcas y chupetones... se preguntó cómo disimularía todo eso al día siguiente... vio que sus nalgas seguían rojas y por sus piernas corría el semen seco de Damián... se sonrojó al verse y aunque sentía un poco de frío decidió bañarse... abrió la regadera y metió su cuerpo comenzando a enjuagar todos los restos de esa noche.
Sentía el agua recorrer su cuerpo cuando escuchó que la puerta se abría y al voltear a ver se encontró con Damián, quien completamente desnudo lo observaba.

Gabriel se sonrojó al verlo frente a él mientras se bañaba e intentó cubrirse: Damián qué haces aquí...
Damián sonrió: por qué te sonrojas... ¿acaso no soy tu marido?
G: sí... pero...
D: te bañas porque te sientes sucio... yo también lo estoy...
Gabriel observó al imponente rubio y también tenía fluidos en su cuerpo... aún más en su verga que lucía grande en reposo y estaba manchada de semen y sangre.
El castaño tragó saliva cuando el rubio caminando como león al acecho se metió a la regadera y comenzó a bañarse junto a él... ahora Gabriel no sólo sentía el agua fría sino la cercanía del cuerpo de ese macho que lo transportaba al mundo del placer.
Damián besó en los labios a Gabriel bajo el agua de la regadera y dijo: voy a limpiarte con mis besos y mis caricias...
El agua fría que caía comenzó a calentarse ante la cercanía de los amantes... el rubio bajó su mano hasta las nalgas de Gabriel y sin pudor metió uno de sus dedos en el culo del más joven.
D: aún estás dilatado... ahora te tendré así siempre...
Gabriel intentó separarse de él: Damián... no...
Damián lo acercó con ternura a su cuerpo: dijiste que serías obediente y me complacerías... pues mi amor, la noche aún no termina y yo aún tengo fuerzas para más...
Gabriel sintió el aliento caliente de su macho y sólo cerró los ojos para dejar que el barbado siguiera disfrutando del placer que le daba su cuerpo.
Damián notó cómo el joven se rendía a él y con su verga erecta volteó al joven para dejarlo de espaldas y sin esperar más lo penetró nuevamente.
El chico gimió al sentir la intrusión y se recargó en la pared, sin embargo esta vez no sintió tanto dolor... ahora el placer le ganaba al dolor.
D: llegará el día en que dejarás de negarte y tú mismo me pedirás que te haga el amor

Damián le susurró: llegará el día en que dejarás de negarte y tú mismo me pedirás que te haga el amor...
Gabriel sólo gemía: ahh ahh ahh ahh ahh...
Esos gemidos eran música para Damián que luego de penetrar a Gabriel en el baño, lo llevó a la cama y le hizo el amor varias veces más hasta que el sol salió... esa noche, tenía que dejarle claro a Gabriel que lo amaba y lo poseía... Damián se vino varias veces, pero sólo en una de ellas no pudo evitar correrse dentro de su amante.
Las entrañas del joven fueron llenadas por la simiente del semental que susurró a su oído: hay que pedirle a Dios para que no te haya preñado otra vez...
Damián sonrió y continuó haciendo suyo a Gabriel, quien sentía que ya era un solo ser con su marido.
Aún habían muchas cosas que enfrentar, pero solo por esa noche y madrugada, Gabriel y Damián sintieron que existían solo ellos y lo demás no importaba

Aún habían muchas cosas que enfrentar, pero sólo por esa noche y madrugada, Gabriel y Damián se olvidaron de todo pensando que existían sólo ellos y lo demás no importaba... ambos comprendieron lo que es amar en cuerpo y alma.



Continuará...

4 comentarios:

  1. Enserio debes decirme como puedo encontrar ese video😍😍😍

    ResponderEliminar
  2. No que no, caíste Gaby a los pies de tu macho. Al fin Damián consiguió domar a Gabriel logrando que éste se le entregara. Seguro que Gaby al día siguiente no puede ni caminar y queda preñado otra vez. Me encanta que Damián sea bien macho y logre lo que se proponga

    ResponderEliminar
  3. Gracias me super encanto😍😍😍

    ResponderEliminar
  4. Por favor alguien me puede decir si los personajes de está historias son actores o que?? Por que necesito saber como buscar estos vídeos o no se lo que sean ��

    ResponderEliminar