28.1.- Noche de bodas

Era más de medianoche cuando Damián y Gabriel viajaban a bordo de una camioneta... el castaño veía los árboles de la carretera pasar sin entender a dónde se dirigían...
G: no entiendo Damián... ¿a dónde vamos?
D: ya te dije que vamos a nuestro cuarto nupcial...
G: sí... pero dónde es... parece que estamos saliendo de Tierra Caliente...
D: ya lo verás... quiero que sea una sorpresa para ti...
G: mmmm....
D: dime, ¿confías en mí?
G: ja y me lo preguntas... si no confiara en ti no me habría casado contigo...
D: bueno... entonces, ponte esto...
Damián sacó de la cajuela del carro un pañuelo rojo y se lo dio a Gabriel...
G: ¿qué quieres que haga?
D: que te vendes los ojos...
G: ¿para qué?
D: ya te dije... quiero que sea una sorpresa para ti...
A regañadientes, Gabriel obedeció: estás muy misterioso Damián, pero está bien lo haré...
El castaño se vendó lo ojos...
D: ¿seguro que no ves nada verdad? no quiero que hagas trampas...
G: ya te dije que no veo nada... pero no quiero estar mucho tiempo así...
D: no te preocupes que ya casi llegamos...
Cinco minutos después, Damián estacionó la camioneta y dijo: llegamos...
G: ¿ya puedo quitarme la venda?
D: no aún no...
G: pero cómo voy a bajar así...
D: no te preocupes... yo te ayudaré...
Damián se bajó de la camioneta y abrió la puerta de Gabriel, este intentó bajar por sí mismo, pero de pronto se sintió elevado por lo aires, ya que el rubio lo cargaba al estilo princesa...
G: Damián ¿qué haces?... bájame...
D: eres mi esposo y la tradición marca que el novio entre cargando a la novia y tú eres "la novia" mi amor...
Gabriel no dijo nada... sólo se dejó llevar por Damián y escuchó como este abrió una puerta que parecía sonar de madera... de repente sintió que el rubio lo bajaba y entonces le susurró al oído: ahora sí amor... ya puedes quitarte la venda...

El castaño se despojó del pañuelo y abrió los ojos encontrándose con una sala llena de velas que iluminaban el lugar de una manera muy romántica...
G. ¿dónde estamos?
D: ¿no lo reconoces?
Gabriel volteó a ver sin reconocer bien el lugar...
D: estamos en la cabaña en la que te hice mío por primera vez...
El castaño vio con ojos temerosos a Damián: p-por qué me trajiste aquí...
El rubio tomó de la cintura a su actual esposo y le dijo suavemente: no quiero que pienses mal... en este lugar te tomé por primera vez y sé que para ti no es un buen recuerdo, por eso quiero que pasemos nuestra primera noche como esposos en el lugar donde conocí tu intimidad... quiero borrar ese mal recuerdo y sustituirlo por uno que no olvides jamás... quiero que en este lugar donde me robé tu virginidad se consume también nuestra boda...
Gabriel bajó la mirada y dijo: Damián... yo no sé qué decir...
D: no digas nada mi amor... sólo déjate llevar... esta es nuestra noche de bodas y no la olvidaremos nunca... ven conmigo...
Damián tomó de la mano a Gabriel y lo condujo hasta la única habitación de la cabaña... el rubio abrió la puerta y el castaño se sorprendió ante lo que vio...
El cuarto estaba lleno de rosas rojas y de velas... en el centro estaba una amplía cama cubierta con pétalos de rosa... había también una mesa con una botella de champaña y dos copas... además de un estéreo para música...
Damián susurró a Gabriel: ¿te gusta?
G: todo es muy bello... gracias...
El rubio se dirigió al modular y lo prendió... una música suave, relajante y seductora comenzó a escucharse, era un tema del músico Kenny G titulado "The moment"...
D: acércate a mí, amor...
El castaño caminó hacia su esposo que lo besó en los labios y le dijo: al fin estamos tú y yo solos...
Gabriel lo miró lleno de amor...
D: siempre quise decir eso jajajajajaja....
El castaño también sonrió...
D: ¿qué te pasa? ¿te has quedado mudo?
G: es que estoy muy sorprendido... no sé ni qué decir... creo que no me merezco todo esto...
D: tú te mereces todo lo mejor... vamos a brindar...
Damián abrió la champaña que escurrió y manchó a ambos provocándoles risa... después de servir las copas, Damián le dio una a Gabriel y le dijo: quiero que brindemos por nuestro amor, porque a pesar de todo aquí estamos y ya nada podrá separarnos... salud...
Gabriel dijo "salud" y bebió de la copa...
D: ¿tú no brindas?
G. sí, claro... yo quiero brindar por... por Dios, porque fue él quien permitió nuestro encuentro y quien nos hizo amarnos... salud...
Esta vez fue Damián quien dijo "salud" y bebió hasta el fondo...
D: ¿te sirvo un poco más?
G: ajá...
Mientras Damián servía la copa, Gabriel observó el cuarto nuevamente y en una de las esquinas vio un gran espejo que lo reflejaba de cuerpo completo... no podía creer lo que veía, él vestido de novio junto a otro hombre, que ahora era su esposo... el castaño temblaba por lo que sentía... se sentía como un virgen a punto de entregarse por primera vez a su marido... era obvio que esta no era su situación, pero el ambiente y la música lo hacían sentir así... sus pensamientos fueron interrumpidos cuando Damián mordió el lóbulo de su oreja y le dijo: te amo tanto mi Gabriel... ahora sí ya eres mío...
D: sí Damián... Dios ha bendecido nuestra unión y ya te pertenezco totalmente...
Damián besó apasionadamente los labios de Gabriel para después besar y lamer su blanco cuello...

Mientras la música de Kenny G cambió al tema de "Forever in love", Damián comenzó a quitarse el saco del esmoquin, seguido del moño y la camisa dejando ver su amplio pecho y sus definidos pectorales... Gabriel observó maravillado el pecho de su marido y con sus manos tocó el vello oscuro que dotaba de tanta masculinidad a su rubio...
El barbado ayudó a Gabriel para despojarse de su saco blanco y también le quitó el moño y la camisa... el blanco y lampiño pecho de Gabriel fue acariciado por las expertas manos de su marido, quien sin esperar más mordió uno de sus pezones sacando un leve gemido del castaño...
D: a través de estos botones han comido mis hijos, pero soy yo quien los llena al depositar mi semilla en ti y preñarte...
Las palabras de Damián excitaban a Gabriel que sentía como sus rosados pezones eran succionados por los labios del barbado...
D: sabes tan delicioso... muero de ganas por entrar dentro de ti...
G: ahhh... yo también lo deseo... quiero sentirte dentro...
D: entonces prepárame como sabes hacerlo...
Gabriel asintió y desabrochó el pantalón negro de su esposo, bajó el cierre e hizo que la prenda cayera hasta los tobillos del barbado... un bóxer negro cubría la enorme boa de Damián que luchaba por salir ante la excitación... Gabriel se arrodilló ante su marido y le bajó el bóxer haciendo que la verga de Damián saltara hacia él... el miembro ya estaba duro como una piedra...

D: estoy a punto de reventar... por favor dame atención...
G: sí, mi amor...
El castaño tomó el grueso miembro entre sus manos y lo olió sintiendo ese aroma tan varonil que lo enloquecía... lamió la cabeza de la verga y poco a poco fue succionando con su boca hasta llenarse de esa longitud que le llegaba hasta la garganta...
Damián gimió: oh Dios... amo estar en tu boca...
Gabriel comenzó con la felación, chupando con ansiedad esa fruta prohibida que le parecía un delicioso manjar... absorbía con avidez desde la cabeza hasta el tronco y no olvidaba los huevos de su marido que en esos momentos estaban llenos de leche caliente por la excitación del momento...
D: oh sí... me encanta como lo chupas... has aprendido tan bien...

Gabriel no respondía solo se dedicaba a preparar el miembro que dentro de un rato estaría dentro de lo más profundo de su ser... en ese momento el castaño vio el espejo y se vio a sí mismo hincado chupando ansiosamente la verga de Damián Montenegro, quien de pie disfrutaba la mamada que su nuevo esposo le hacía... Gabriel veía la amplía espalda de su marido reflejada en el espejo... le excitaba verlo tan imponente, tan macho y él ahí sumisamente arrodillado... era la imagen de su rendición ante el hombre a quien le pertenecería para siempre...
Damián estaba tan excitado que comenzó a mover sus caderas para penetrar la boca de su castaño... duró unos pocos minutos pues era tanto su ardor que no aguantó más y se corrió llenando la cavidad bucal de Gabriel de abundante y espeso semen hirviente...
El castaño no retiró su boca, al contrario tragó hasta la última gota de la simiente de su esposo, pues amaba ese sabor salado y caliente que venía del interior del ser que amaba...
D: ahhh ahhh... tenía una semana sin correrme... todo por esa abstinencia obligada para la boda... ya no aguantaba más...

El rubio levantó a su joven esposo y lo besó otra vez en los labios sintiendo su propia esencia... acto seguido se despojó completamente de toda su ropa quedando totalmente desnudo ante el castaño que admiraba a su macho...
Suavemente, Damián sentó a Gabriel en la cama llena de pétalos de rosas y le desabrochó el pantalón blanco para quitarle todas sus prendas y dejarlo como Dios lo trajo al mundo... no aún más bello si era posible...
El castaño temblaba por la excitación sintiéndose como una oveja a punto se ser devorada por el león...
Damián agarró la botella de champaña y se montó sobre Gabriel arrastrándolo hasta el centro de la cama...
G: ¿qué vas hacer con esa botella?
D: quiero que esta noche nos emborrachemos de nuestros propios cuerpos... no quiero que bebamos de una copa o de la botella, quiero que bebamos desde nuestros cuerpos...
En ese momento, Damián bañó a Gabriel con la champaña y después se bañó a sí mismo... la espumosa bebida cubría ambos cuerpos mojados...
D: bebe de mí... amor mío...
Gabriel obedeció y comenzó a lamer el cuerpo de Damián sintiendo el sabor de su hombre mezclado con el de la champaña... Damián también hacía lo mismo con Gabriel... era un momento sumamente erótico para ambos... una nueva experiencia que no habían vivido...

Damián tumbó a Gabriel en la cama y luego de lamerlo todo recorriendo cada rincón de esa tersa piel, decidió tomar su miembro y meterlo en su boca...
D: es mi turno de hacerte gemir...
El castaño sintió un enorme placer al sentir como su miembro era succionado por el rubio que le chupaba con mucha experiencia... era obvio que Damián sabía mucho más de las artes amatorias...
G: oh Damián... así... eres fantástico... ahhhh...

Damián se sentía animado ante las palabras de su joven amante, por lo que con maestría devoraba ese miembro que sabía a dulzura...
Gabriel no aguantó mucho más y se corrió... esta vez fue Damián quien probó el néctar de su amado...
El castaño resoplaba por la excitación de la corrida, pero la noche sólo comenzaba...

Damián separó las piernas de Gabriel y se metió entre ellas... sin esperar comenzó a chupar el ano del joven que ya estaba muy húmedo...
D: tu agujero ya me pide a gritos... después de una semana sin usarlo ya clama por mí...
G: sí Damián... te necesito dentro... por favor hazlo ya... entra en mí...
D: nunca pensé oírte decir esto... tú que eres como un santo...
G: ya te lo dije... ahora que Dios bendijo nuestra unión ya no tengo pena... porque ya soy tuyo y tú puedes hacer lo que quieras conmigo... lo que quieras...
D: lo único que quiero hacerte es el amor y eso haré toda esta noche...
Damián posicionó su gruesa verga en la rosada entrada de Gabriel que palpitaba por la emoción...
D: en este lugar te quite la castidad y hoy aquí mismo te me entregas en cuerpo y alma no como mi amante sino como mi esposo...
Gabriel solo asintió y cerró los ojos esperando ansioso el momento de la penetración...
La música cambió al tema de "Careless whisper" interpretado por Brian Mcknight y Kenny G... justo en ese momento Damián enterró su verga en el culo de Gabriel introduciéndose de una sola estocada hasta lo más profundo del castaño...
G: aghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

El grito de Gabriel hizo compás con la música que en ese momento sonaba llena de erotismo... era el momento en el que los cuerpos de dos hombres se unían en uno solo fusionando no solo sus corazones sino también sus almas...
D: ya estoy adentro de ti... estás tan caliente... no quiero salir nunca... quiero quedarme dentro de ti para siempre...

El dolor que Gabriel sentía era como el de su primera vez, pero esta vez estaba mezclado con el gran placer que le producía sentirse lleno de su macho...
G: oh sí Damián... yo tampoco quiero que salgas... quiero ser uno contigo eternamente...
D: ya lo somos mi amor... ya somos solo uno...
Gabriel se aferró a la ancha espalda de Damián mientras que con sus piernas abrazó las caderas del león haciendo aún más profunda la penetración...
Por unos minutos ninguno de los dos se movió, solo se besaban con intensidad sintiendo la lengua de cada uno dentro de la boca del otro... parecía que de sus cuerpos saldrían llamas y quemarían esa habitación...
De pronto Damián sacó por un leve instante su verga del interior de Gabriel, quien hizo una mueca de disgusto al sentirse vacío...

D: no te preocupes amor, ahora comienza lo mejor...
El rubio volvió a introducir su longitud comenzando el mete y saca en la ya roja entrada del castaño...
En el cuarto comenzó a escucharse junto a la música el golpeteo de piel con piel... los huevos de Damián chocaban con las nalgas de Gabriel... además de los gemidos de ambos amantes... gemidos suaves y mezclados de placer y dolor que provenían de Gabriel mientras que también se escuchaban gemidos roncos y cargados de un gran placer, esos eran los de Damián...

G: ah ah ah... ohhhh Damiááááán... me llenas de tanto placer...
D: y tú a mí... mi amor ah ah ah... sabes a cielo y gloria... nunca me cansaré de hacerte el amor... solo viviré para darte placer...
G: yo igual... solo quiero que me tomes y me hagas tuyo toda la vida...
D: así será mi Gabriel... todas las noche te llenaré de mí... te lo juro...
G: ahhhhhhhhhhh aggggggg

Las estocadas de Damián eran cada vez más aceleradas y Gabriel se aferraba a las sábanas empuñando los pétalos de rosas esparcidos por todo el lugar...
El castaño vio nuevamente al espejo y vio esa impactante imagen... el macho incrustándose dentro de él que era la hembra de la relación... era una imagen violenta pero llena de pasión... el verse ahí sometido le excitaba en demasía a Gabriel... Damián se veía tan fuerte, estaba lleno de sudor y el aroma que desprendía era tan viril...
Gabriel se incorporó un poco y mordió el hombro de su marido provocando que este diera un grito de macho en celo...
D: así que quieres jugar rudo... así será mi amor...

El rubio aceleró aún más sus embestidas provocando que Gabriel gritara más fuerte... aunque el castaño gritaba no de dolor sino de placer, de su propio placer y del placer de saber cómo sus gritos excitaban a su hombre haciendo que este lo taladrara con más fuerza...
D: juro que mañana no podrás ni caminar...
G: eso no me importa, mientras seas tú quien me hace el amor...

Damián sonrió complacido por la respuesta y dijo: mírame, quiero grabar tu rostro lleno de placer solo para mí...
Gabriel no respondía solo gemía y ponía los ojos en blanco por el placer...
Con cada penetración, Damián se sentía más dueño de su joven amante... sabía que su unión ya era eterna... el castaño ya llevaba su sello para siempre...

El joven no aguantó más y se corrió en el medio de los dos... el semen de Gabriel manchó su propio abdomen y el de su marido...
D: parece que ya no aguantaste jajaja... yo siempre te gano y aún puedo más... no te he dado todo el uso que quiero esta noche...
Sintiéndose desfallecer, Gabriel emitió su sentencia: úsame, úsame como tú quieras toda la noche...
Y el resto de la noche se convirtió en un derroche de amor y ternura... ambos amantes se emborracharon de placer...hasta que Damián no pudo más y después de dar rienda suelta a su pasión dio un grito lleno de éxtasis y se corrió dentro de Gabriel...
D: aghhh... me corro... toma todo de mí... mi Gabriel... ahhhhh

El casi desmayado muchacho sintió sus entrañas ser bañadas por un líquido que le hacía hervir por dentro... la semilla de su marido nuevamente fertilizaba su interior...

Gabriel siempre temía por quedar preñado pero no tenía las fuerzas para hablar, en ese momento sólo podía gemir... pues sentía que su cuerpo era una extensión del de Damián, quien podía manejarlo como si de un títere se tratara...
El macho de Damián sintió como de su verga salía hasta la última gota inseminando el cuerpo de su amado... en ese momento tomó algunos pétalos y los echó sobre Gabriel

Y el barbado le dijo: ni siquiera las rosas se comparan con tu belleza... tú eres más bello que nadie...

Damián se agachó para besar los labios rojos de Gabriel mientras los mordía tiernamente...

El rubio no salió del cuerpo de su amado sino que se quedó entrelazado a él por un largo rato... esa noche Damián y Gabriel fundían sus almas para toda la eternidad...

Más tarde y después de muchos besos y caricias, Gabriel le preguntó a Damián: ¿hasta cuándo estaremos aquí?...

D: hasta que tú quieras... tenemos todo el día para seguir amándonos...
G: pero Damián no trajiste preservativos... recuerda que no quiero quedar otra vez en cinta...
D: olvídate de todo mi amor... sólo vivamos el momento...
G: pero Ángel y Rafael aún son muy pequeños para tener otro hermanito...
D: confía en mí amor... no quedarás embarazado... te lo prometo...
El rubio comenzó a besar a Gabriel y su cuerpo ardiente volvió a ser uno con el de su joven esposo...

Algunas semanas después, Gabriel leía los exámenes del laboratorio, que le indicaban que estaba preñado nuevamente...
El castaño no sabía si reír o llorar, sólo podía gritar: me lo volviste hacer, Damiááááááááánnnnnnnn...